Las condiciones de trabajo en Europa, incluida Turquía, que varían mucho de un país a otro, mejoraron poco en los últimos cinco años, sobre todo para las mujeres, con ritmos elevados y riesgos para la salud, según un sondeo europeo presentado hoy en París.
Globalmente había a fines de 2005 más trabajadores en todos los sectores, con un descenso en la industria y un alza en los servicios, más mujeres en el mercado de trabajo (44,5%) y más gente de edad, así como más personas a tiempo parcial (18,5%) y en empleo temporario (14%).
La duración de trabajo semanal retrocedió en su conjunto desde 2001 a raíz del aumento del tiempo parcial y la reducción de largas jornadas de trabajo, mientras subió el uso de las computadoras.
Cuatro trabajadores de cada cinco se dicen satisfechos de sus condiciones de trabajo, una variable que depende sobre todo de la seguridad de su empleo y de un clima positivo en el trabajo, indica este estudio, el cuarto realizado desde 1990 por la Fundación europea para la mejora de las condiciones de trabajo.
Walter Buschak, director adjunto de esta fundación basada en Dublín, expresó ante la prensa su preocupación frente al «débil acceso a la formación» y los «viejos riesgos para la salud que continúan, mientras nuevos llaman a la puerta», así como la persistencia de la brecha entre hombres y mujeres.
Cada vez más personas trabajan a un ritmo elevado, en horarios estrictos, según la encuesta. Más de un trabajador de cada tres estima que su trabajo afecta su salud, aunque esta proporción está en retroceso.
Las entrevistas fueron realizadas a domicilio a fines de 2005 a unos 30.000 trabajadores de 31 países (25 de la Unión Europea, más Bulgaria y Rumania, ahora los dos nuevos Estados de la UE, así como Croacia, Turquía, Suiza y Noruega). Unos 235 millones de personas trabajaban en esa fecha en esos países.