Debemos demostrar nuestra determinación


35 segundos. Esa fue la duración del terremoto que el 12 de enero sacudió a Haití­. En las horas posteriores al sismo, la comunidad internacional se movilizó para ayudar. Más de 140 paí­ses participaron en las operaciones de socorro. Los paí­ses con relaciones estrechas y tensas trabajaron hombro a hombro por una humanidad común. La respuesta fue un ejemplo de que si bien nuestra ciudadaní­a se define por el paí­s en el que vivimos, todos somos parte de una comunidad de ciudadanos del mundo. Hoy 31 de marzo, más de 110 paí­ses se reunieron una vez más en las Naciones Unidas en apoyo del pueblo haitiano.

Charles Shapiro, Embajador De Estados Unidos

La meta de la conferencia fue afianzar las bases de recuperación y reconstrucción de Haití­ mediante contribuciones de instituciones públicas, privadas, no gubernamentales y multilaterales. Apoyar los esfuerzos de Haití­ para reconstruirse no será una tarea a corto plazo. La evaluación de necesidades después de un desastre, un análisis dirigido por el gobierno de Haití­, con apoyo de las Naciones Unidas y el Banco Mundial, estimó que para reconstruir Haití­ se necesitarán muchos años y unos 11 mil 500 millones de dólares. En la Conferencia se solicitaron contribuciones de un total de 3 mil 800 millones de dólares para apoyar la reconstrucción en los próximos dos años. Estos recursos se necesitan para sentar las bases de un Haití­ estable y próspero. El compromiso internacional debe ir más allá de la respuesta de emergencia, los paí­ses deben comprometerse más bien a trabajar con el pueblo y el gobierno a largo plazo, en apoyo de sus esfuerzos para reconstruir un paí­s y hacer que éste sea digno de su pueblo. Un paí­s con un sector privado dinámico, con ministerios públicos fortalecidos, y con un gobierno y una comunidad internacional que sean responsables ante el pueblo.

El gobierno de Haití­ y sus socios se han comprometido a seguir seis principios establecidos en la conferencia ministerial de Montreal. Estos principios son: autorí­a haitiana del plan para el futuro del paí­s; inclusión de todas las partes interesadas; rendición de cuentas y transparencia del gobierno de Haití­ y sus socios donantes ante la comunidad internacional; coordinación entre el gobierno y los donantes; compromiso con la eficacia de las inversiones para mejoras en las vidas de los haitianos; y sostenibilidad de la inversión mediante un compromiso de trabajar con el pueblo y el gobierno de Haití­.

Ver hacia el futuro y reconstruir no significa ignorar los desafí­os que se presentan. Continuaremos trabajando con el gobierno de Haití­ para atender las necesidades humanitarias urgentes. Sabemos que un mañana próspero dependerá de esa ayuda esencial para aquellos cuyas vidas se han visto afectadas por el terremoto.

En los últimos tres meses, hemos visto las imágenes de Haití­, de desesperación y sufrimiento, pero también de resistencia y alegrí­a de vivir por parte del pueblo haitiano. Ya sea usted un empresario, un estudiante o que trabaje para un gobierno, usted puede ayudar a transmitir el mensaje de esperanza que está presente en Haití­ y la visión que su gobierno presentará para reconstruir su nación y hacer realidad esa esperanza.

Como dijo la secretaria Clinton antes del terremoto: «Para algunos, Haití­ es un vecino, y para otros es un lugar de ví­nculos históricos y culturales. Pero para todos es una prueba de resolución y compromiso.»