Debe haber voluntad polí­tica de cambio


Alfonso Cabrera.

Alfonso Cabrera, ex presidente del Congreso de la República, señala que ese organismo se ha vuelto «la piñata de los fondos nacionales a través del clientelismo polí­tico, la colocación de parientes y amigos como asesores.»


Pregunta: ¿Qué piensa de la situación que atraviesa el Congreso?

Respuesta: En un paí­s de miseria como la que vive Guatemala, pensar que el Congreso tiene fondos ahorrados y todaví­a hace negocios con ellos, es de vergí¼enza, es terrible, francamente han llevado a la deslegitimación de las instituciones polí­ticas.

Nadie ha reparado en las tremendas violaciones legales y la vulneración del Estado de Derecho que está cometiendo el Congreso, así­ como la violación constitucional cuando a él le corresponde defender la constitucionalidad del paí­s.

Aparte del «bochorno y de la vergí¼enza pública, el problema es que el pueblo de Guatemala no tiene ningún motivo para volver a pensar -por de pronto- en que las instituciones polí­ticas valen la pena. Sólo porque los guatemaltecos tenemos una capacidad de resistencia a la tortura no ha habido un estallido social.

P) ¿Durante su gestión como diputado, contaban con bastantes asesores?

R) La producción legislativa debe ser parte de la tarea a realizar por un diputado, para eso uno se propone y el pueblo delega en uno ese poder. Cuando fui Presidente del Congreso acudimos a instituciones como Asies y a las que se encargan de hacer investigaciones técnicas para que nos proveyeran información para legislar.

Yo dirí­a que habrí­a que pensar en una reforma profunda, seria y definitiva del Congreso y no los «parchecitos» que están haciendo ahora, pidiendo dos meses de permiso, mandando Q4 millones al Banco de Guatemala, eso no resuelve el problema, aquí­ o se entra al problema de fondo o no se hace nada.

P) ¿Cómo califica las primeras medidas para resolver el problema?

R) Esas medidas son como para demostrar cierta buena voluntad, es solamente una aspirina para aliviar el dolor, pero el enfermo está grave. Debe haber una voluntad polí­tica de cambio profundo y severo o simplemente se va a apañar, encubrir o disfrazar lo que está pasando y dentro de otros meses vamos a tener otra situación igual o peor.