Cada uno es como Dios le hizo, y aun peor muchas veces.
Cervantes.
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 Luego de un  fallido simulacro de desastre,  para el que se pensaba invertir una enorme suma de dinero, hoy   enfrentados a una tragedia real  que dejó al descubierto la falta de preparación para las catástrofes, nuestro país vive momentos de dolor, muerte y desolación.Â
Con albergues llenos, casas desaparecidas, 164 personas fallecidas, cultivos perdidos,  puentes inutilizados y carreteras bloqueadas, a más de un  inmenso agujero en la zona 2,  que se ha convertido en el apestoso de los políticos, hemos llegado a los ocho días de una catástrofe que se devela día a día. Y para la que se necesitarán muchísimos más para lograr aplacarla
Y la delincuencia continúa sin tregua, los asesinatos a conductores del trasporte urbano han rebasado los límites del pensamiento ubicándose en una situación surrealista, sin explicación de la falta de actuar de las autoridades del Ministerio de Gobernación.
Mientras, Nineth Montenegro  revela que en cuatro meses de 2010 se han  transferido Q14 millardos,  superando las  transferencias  totales de 2009, siendo el Micivi, Maga y Educación, los más empobrecidos.
¿Cómo podrán repararse las escuelas dañadas, si el presupuesto del Ministerio correspondiente  fue utilizado para un proyecto sin presupuesto propio,  del que ahora dependen muchos ministerios y el cual se encuentra en la duda del guatemalteco por la falta de transparencia.
Y entre aguaceros y soles tibios,   la Corte Suprema de Justicia resolvió dar trámite al antejuicio planteado contra el titular de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Ronaldo Robles, por la diputada Roxana Baldetti, del Partido Patriota, por su presunta vinculación con el testigo falso Ovidio Bac, quien declaró que Robles  le pagó $500 para implicar a dirigentes de dicho partido en el asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg.
Quien según Carlos Castresana se suicidó a través de sicarios. Lo que no sabemos es si cuentan con reconocida honorabilidad,  integridad, y honradez tan exigida por él a los profesionales guatemaltecos postulados para cargos públicos.
Quizás por aquello de desear lo que se carece, pues se ha conocido  a través de un programa radial que Carlos  Castresana, el comisionado de naciones Unidas contra la impunidad en Guatemala,  habría viajado un par de veces o una vez por mes a Monterrey, donde residen su esposa y sus hijos.
 Mientras que en Guatemala, se supo que según lo que podría estar investigando Naciones Unidas, desde finales del año pasado el Comisionado viviría con la señorita Tamalja Harris, su ex alumna de la Universidad Jesuita de San Francisco.