De nuevo las caricaturas de Mahoma


Polémica. Una nueva polémica en torno a unas caricaturas supuestamente ofensivas contra el Islam, fueron publicadas en un periódico francés.

La publicación satí­rica francesa Charlie Hebdo comenzó a ser juzgada el miércoles por haber publicado en 2006 tres caricaturas de Mahoma consideradas injuriosas por organizaciones musulmanas pero entendidas por el semanario como un ejercicio del derecho a la libertad de expresión.


El juicio, que durará dos dí­as, provocó la indignación de gran parte del mundo periodí­stico y cultural francés, que lo considera un ataque contra la libertad de expresión y reclama el derecho de criticar por igual a todas las religiones.

A instancias de la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF) y la Gran Mezquita de Parí­s, el semanario francés fue acusado de «injuria pública contra un grupo de personas debido a su religión», un cargo que puede merecer una condena de hasta seis meses de cárcel y una multa de 22.500 euros (1 euro: 1,29 dólares).

Concretamente, Charlie Hebdo publicó el 7 de febrero de 2006 tres caricaturas del profeta del Islam, dos de ellas procedentes de un diario danés. Una de ellas representaba a Mahoma con un turbante que tení­a la forma de bomba y otra lo dibujaba con la cabeza entre las manos, con gesto desesperado, mientras decí­a: «Es difí­cil ser querido por idiotas».

Una tercera representaba al profeta a las puertas del paraí­so advirtiendo a los kamikazes que dejaran de inmolarse porque ya no quedaban más ví­rgenes. Según algunas creencias musulmanas, aquel que muere como un mártir tiene varias ví­rgenes esperándole a la entrada del paraí­so.

Por todo ello, el acta de acusación explica que en los dibujos se equipara al Islam con el terrorismo.

El director de Charlie Hebdo, Philippe Val, justificó la publicación de las caricaturas ante el tribunal. «Â¿Qué le queda al ciudadano si no nos podemos reí­r de los terroristas? Si no nos podemos reí­r de ellos estamos perdidos», afirmó.

Según él, con estas caricaturas, Charlie Hebdo no quiso atacar a los practicantes de una religión, sino «criticar a la religión como ideologí­a».

El titular de Interior, Nicolas Sarkozy, principal candidato de derecha a la presidencia francesa, también envió una carta de apoyo al semanario y está previsto que otros polí­ticos como el socialista Franí§ois Hollande, también manifiesten su solidaridad con Charlie Hebdo.

La prensa francesa dedica un gran espacio a este juicio el miércoles e incluso el diario Liberation reproduce las caricaturas en cuestión. «Las palabras no hieren, los dibujos no matan: son las bombas», recordó el periódico en un editorial.

Intelectuales y asociaciones como SOS Racismo, la Liga internacional contra el racismo y el antisemitismo, el Sindicato Nacional de Periodistas o la Unión de Familias Laicas firmaron una petición de solidaridad con Charlie Hebdo y pidieron que este tribunal no obligue a imponer la autocensura en Francia, «un paí­s donde la palabra no se ve obstaculizada por la dictadura o el integrismo».

Por último, la organización de defensa de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF) exigió que el Islam sea considerado «una religión más y sea tratada como el resto de las creencias».

RSF recordó además que Francia es un paí­s laico y confió en que su justicia no caiga en la trampa de las «intransigencias» religiosas.

La publicación de 12 caricaturas de Mahoma hace un año en un diario danés y su reproducción en otros diarios del mundo provocó fuertes protestas contra aquel paí­s europeo en diversos paí­ses musulmanes.