Guatemala tiene a un talismán a su lado y los milagros se le siguen dando.
El pase logrado por el equipo centroamericano a los octavos de final del Mundial Sub20, al derrotar 1-0 a Croacia el sábado, prolongó una racha de buena suerte del timonel paraguayo Ever Hugo Almeida y fue otro milagro para el joven conjunto «chapín», que se estrena en estos torneos.
La clasificación de Guatemala contrastó con la historia de otros representantes de la región que llegaron al Mundial, como Panamá.
El plantel «canalero» regresó a casa el domingo después de haber sido eliminado sin poder alcanzar su primera victoria y sucumbir nuevamente en la primera ronda en cuatro apariciones en estos certámenes.
Guatemala se metió de forma increíble a la siguiente fase, en donde chocará contra Portugal el martes en Cali. Los «chapines» habían recibido dos goleadas en sus primeros dos partidos, ante Nigeria (5-0) y Arabia Saudí (6-0).
Los tres puntos fueron más que suficientes para colarse entre los cuatro mejores terceros y dar riendas sueltas a la celebración de un conjunto que anda con la suerte de su lado, contagiada en buena medida por su propio timonel paraguayo.
«Estoy contento, al igual que todos los jugadores», señaló Almeida. «Vinimos aquí para aprender y los dos primeros partidos fueron duros para nosotros».
«Este es el tercer milagro que consigo, después de ganar la liga ecuatoriana con El Nacional y de haber clasificado a esta selección para el Mundial», destacó. «El equipo dio bastante pena en los dos primeros partidos, pero hemos trabajado mucho el aspecto psicológico».
Guatemala labró su histórico triunfo a nueve minutos del final con un gol de Marvin Ceballos.
Los «chapines» nunca se habían clasificado a un Mundial de la FIFA de ninguna categoría y alcanzaron su pase al de Colombia con el corazón en la mano al terminar en el tercer lugar del torneo eliminatorio de la CONCACAF que se disputó en su feudo.
En esa eliminatoria también sellaron su pasaporte Costa Rica y Panamá. Los «ticos» siguen en carrera y chocarán en los octavos contra Colombia.
Sin vuvuzelas
La prohibición de llevar vuvuzelas comenzó en el estadio Hernán Ramírez Villegas de Pereira y ahora se extendió al Pascual Guerrero de Cali, sede del partido Portugal-Guatemala por los octavos de final y otro de cuartos en el Mundial Sub20.
La medida se aplicó originalmente en Pereira para los encuentros Ecuador-Costa Rica y Nigeria-Arabia Saudí el sábado y las autoridades de Cali acaban de replicarla.
Sectores próximos al estadio de esta ciudad se quejaron del fuerte sonido generado por las cornetas, al igual que aficionados que asistieron a los duelos de la fase de grupos.
El Pascual Guerrero fue sede del Grupo B, conformado por Portugal, Camerún, Nueva Zelanda y Uruguay.
En medio de las protestas, la alcaldía de Cali ordenó un estudio para establecer el nivel del sonido generado por una sola vuvuzela y llegó a 120 decibeles. La prohibición también regirá en el torneo Clausura del fútbol local, que comenzará el 27 de agosto.
El vicepresidente de la Federación Colombiana de fútbol y miembro de la organización del torneo, ílvaro González, anotó que las autoridades de Pereira y Cali además de las protestas de diferentes sectores, tuvieron en cuenta que la FIFA prohibió tambores, platillos, cornetas y vuvuzelas.
«El ruido es incómodo, afecta a los medios y en ocasiones causa riñas entre los espectadores, unos irritados por el ruido y otros felices por hacerlo y la FIFA optó por la prohibición», subrayó.
Las vuvuzelas irrumpieron en el Mundial de Sudáfrica y su uso se trasladó a otros países.