De mal en peor


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Llevamos rato de tener gobiernos a los que no les cabe otro calificativo que el de malos. Pero al menos anteriormente todos los funcionarios se ponían de acuerdo antes de actuar y que ahora ni siquiera algo tan sencillo han podido mejorar. Mientras la Vicepresidenta reconoce que andamos mal en varios aspectos de la salud pública, el Ministro del ramo dice todo lo contrario pero, lo anterior resulta calleja cuando en declaraciones recientes dadas a la prensa la nueva Ministra de Finanzas, sin pensarlo dos veces, manifestó que la nómina de salarios del Mingob iba en incremento constante, para luego sugerir aplazar para el 2015 la graduación de nuevos agentes de policía debido a la falta de fondos por la que atraviesa el Estado. Ante la inseguridad ciudadana en que vivimos esa declaración resultó grotesca.

Francisco Cáceres Barrios
fracaceres@lahora.com.gt


Por lógica consecuencia desde ese día la población ha manifestado su desencanto, puesto que hay cientos de partidas presupuestarias que podrían muy bien reducirse antes de eliminar algo tan vital. Solo con reducir a la mitad los gastos del Congreso de la República hasta sobraría dinero para graduar al doble de policías que hasta la fecha han terminado su capacitación. Y a propósito pregunto: ¿Si se hiciera una Consulta Popular al respecto cabría alguna sombra de duda de la opción que escogería la población? Pero aunque parezca increíble, en el Estado guatemalteco hay cosas todavía más contradictorias. Por ejemplo, sabiendo que andamos a tres menos cuartillo, ¿cómo es capaz el Ministro de Cultura y Deportes (y de clavos, le agregaría yo) se gasta de más 2 millones 305 mil quetzales en la compra de pelotas y nadie mueve un dedo para evitar tan descabellada decisión?

Debo dejar claro que no estoy discutiendo si el dinero que gasta el Ministerio de Gobernación está administrado correctamente tomando en cuenta sus prioridades, el logro de eficiencia en el gasto, como en su progreso y desarrollo. No, al contrario, creo que un buen administrador podría hacer mejor la tarea, la que por cierto no es de ahora, sino que lleva mucho rato de andarla necesitando. Y lo antes dicho va no solo para esa dependencia, porque abundan ejemplos en tantas más, en donde el gasto sigue haciéndose a manos llenas sin lograr resultados positivos para la comunidad. Por ejemplo: ¿Cuántos reclamos existen por la reducción efectuada en el grosor establecido para el recapeo de carreteras y qué han hecho para reclamar por aquellos pavimentos que en vez de durar 20 años, a los 20 días ya están agrietados? No cabe duda que la corrupción, más la mala administración, nos lleva de mal en peor.