Coincidimos en los errores graves como acumular grandes saldos en las tarjetas de crédito, adquirir préstamos a intereses variables, financiando una vida arriba de nuestras posibilidades, sin respetar el límite de nuestros ingresos. Que debemos ahorrar, llevar una vida financiera responsable, construir una reserva para lidiar contratiempos, como un despido o imprevistos necesarios. Hay que tener un seguro, cuenta de ahorros, un certificado de depósito, para poder mantenernos más adelante, cuando ya no podamos o no creamos seguir trabajando. Hay deudas buenas para lo que no se puede omitir, y malas para las superfluas. En síntesis debemos controlar nuestras deudas, ser realistas y prácticos, trabajar duro e invertir con prudencia.