¡No consientas que te regalen un derecho que tú eres capaz de conquistar!
Por años a los pueblos indígenas se les ha regalado un sinnúmero de derechos que, si hacemos bien las cuentas, resulta que se ha llegado al extremo de privilegiar a esa población guatemalteca… NO es que se les haya dado lo que piden (tierras, desarrollo, inclusión, etc.) sino que se les ha permitido pasar sobre las leyes rompiendo los principios jurídicos establecidos y, por si fuera poco, normas fundamentales como las que protegen la propiedad y los bienes.
La nueva tendencia, ya no refleja al campesino que usurpa una finca por deudas patronales o falta de tierras. Ya no sólo invaden una porción de la finca, si no cometen una infinidad de delitos graves. . . (Asociación para delinquir, extorsión, amenazas, disparo de arma de fuego, hurto, robo, etc.) También hacen grandes daños, destrucción de infraestructura, saque generalizado etc.
Es el caso que en los últimos meses del año pasado, se han tomado fincas baluarte del Polochic. La finca Guaxac entre otras. En esta finca fui expulsado junto con mi amigo y vecino, propietario de la finca, «Sonaron las trompetas, la gente se juntó y, se volvió un pan demonium» Salimos como pudimos y el susto fue tremendo.
La cuestión es que después de aquel acontecimiento por demás traumático, con todas las denuncias, tramites y demandas, la justicia no ha operado.
Miles de folios en manos de una fiscal (indígena) abrumada por tanto papel.
Pero como decía no fue sólo la usurpación. Saquearon la casa patronal, robaron equipo y herramienta entre otros bienes, intentaron extorsionar (de diferentes lados) y no termina allí… Ahora cosechan el café, lo benefician en el beneficio de la finca y lo venden al mejor coyote.
«Toda la unidad productiva funciona para los descarados bandidos»
¡CONIC acuerpa a su gente! Esa fue la respuesta de uno de sus dirigentes al plantearle el caso. Una organización perjudicial, desestabilizadora y, yo la calificaría de traidora con el movimiento campesino debería ser prohibida.
Y es que no es fácil lidiar con los bandidos. Tienen nombre y apellidos conocidos, aparecen en muchos folios de los que tiene la agobiada fiscal de «La Tinta». Pero aún siendo plenamente identificables y fácil de probar sus fechorías, tienen una inmunidad etnológica que ya la quisieran los diputados.
F. Nietzsche tenía razón al decir: Si se puede conquistar un derecho no debemos aceptar que no lo regalen.
¿Cómo recuperar las fincas, si se tiene los derechos dominicales sobre un bien inmueble al que ni siquiera se puede ir?
¿Se debe dejar todo el problema en manos de un sistema que por demás no funciona?
Los bandidos tienen AK-47, hay asesoría extranjera, hay recursos que se están manejando para sostener la logística establecida, son muchos y amenazan con matar.
Que nadie venga con derechos humanos, legalidad y justicia cuando se aplique lo que reza en nuestro Himno Nacional cuando dice «Nunca esquives la ruda pelea si defiendes tu tierra y tu hogar» Y, nuestro flamante socialdemócrata presidente electo ¿Qué tendencia traerá?