Desde la Redacción

Un año ha finalizado y, como siempre, con las uvas de la medianoche, recordamos lo bueno, pero también lo malo, de este ciclo que se cierra.

Se inició este año con «esperanza», luego de que asumiera su mandato de cuatro años como presidente, ílvaro Colom, en compañí­a de su pareja de fórmula Rafael Espada.

Sin embargo, lo apretado de las elecciones del 2007, hizo que el consenso en el Congreso fuera bastante difí­cil, y la oposición tuvo algunos logros obstruyendo parte de los intereses del Gobierno.

Por ejemplo, es hoy el dí­a en que aún no se sabe cómo se financiará el Presupuesto del 2009, con todo y que se prevé un año difí­cil para la economí­a, no sólo nacional sino que a nivel mundial, por lo que el tema de la recaudación tributaria debe ser fortalecida para lograr recaudar todo el dinero para las obras.

Para la toma de posesión, el gobierno de la UNE se vio favorecido por la venida de varios mandatarios, sobre todo latinoamericanos, que auguraban una mejor relación con otros paí­ses; mejor al menos que la que tuvo í“scar Berger, que en algunas ocasiones encontró obstáculos para negociar con otros paí­ses.

El mejoramiento de las relaciones internacionales fue uno de los logros del actual gobierno. Sin embargo, -candil de la calle y oscuridad de la casa-, el verdadero tema de conflicto fue en el interior del paí­s.

Esencialmente, el tema más preocupante de este año fue el recrudecimiento de la violencia, sobre todo en casos que se están saliendo de la raya, y que configuran la existencia de verdaderos grupos de crimen organizado.

El que mayor atención tuvo fue el denominado Cartel del Golfo, que, a través de su brazo armado, Los Zetas, tuvieron cierta incidencia en los casos de extrema violencia en el paí­s, como la Narcomatanza de Zacapa, de donde cayeron varios de sus miembros.

Otro tema preocupante de la violencia, fue la sistemática eliminación de los pilotos del transporte de pasajeros, a quienes supuestamente ultimaban so pretexto que no habí­an pagado la extorsión. Sin embargo, en los últimos meses se escuchaban casos de choferes que, pese a haber cancelado la cuota, fueron asesinados.

A inicios del año, aún con la conducción de Vinicio Gómez como ministro de Gobernación, las autoridades de seguridad ofrecieron una hipótesis sobre estos casos de extorsión, que no tuvieron mayor eco en la investigación del Ministerio Público.

He ahí­ que surge uno de los principales problemas del paí­s, no sólo de este año, sino de los últimos años: el débil sistema de justicia que se posee en el paí­s, donde el Ministerio Público no logra aún formular eficientes acusaciones que conduzcan, sin lugar a dudas, a la condena de supuestos delincuentes.

Sin embargo, el sistema de justicia demostró ser por demás ineficiente, ya que no supo mantener en prisión preventiva a supuestos responsables de graves casos de corrupción, imponiendo medidas sustitutivas que no reflejaban el verdadero impacto del crimen, lo cual provoca en la población un pésimo mensaje de impunidad.

Es preocupante la previsión del jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Carlos Castresana, quien supone que si no se hace algo contra el crimen organizado, en dos años éste tendrá el control total del paí­s, y entonces, ahí­ sí­, tendremos un paí­s fuera de las manos.

Estamos en la encrucijada, que por momentos puede parecer una indecisión, pero que si se toman las medidas correctas, esta crisis se puede tomar como oportunidad. En todo caso, sirva el cambio del año para marcar la diferencia entre lo que fue un año violento, a un nuevo año con mejor seguridad, investigación y justicia.