La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, llegó ayer a Quito en su primera visita oficial a Ecuador, en la que impulsará un megaproyecto hidroeléctrico junto con su homólogo anfitrión, Rafael Correa.
A su llegada al aeropuerto Mariscal Sucre pasadas las cinco de la tarde (hora de Guatemala), acompañada de tres de sus ministros, Kirchner fue recibida por la canciller ecuatoriana, María Isabel Salvador.
La mandataria argentina, que lucía una chaqueta rosada y pantalón negro, atendió los saludos protocolarios y partió hacia un hotel del norte de la ciudad sin ofrecer declaraciones.
Hoy se desplazará temprano hacia el centro de Quito, donde depositará una ofrenda en el monumento a los Héroes de la Independencia, y luego hablará con el presidente Correa en la sede de gobierno, según la cancillería ecuatoriana.
Durante el encuentro, los jefes de Estado lanzarán el proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair, el más ambicioso en la historia de Ecuador con una inversión de unos 1.600 millones de dólares.
La planta, que estará localizada en la selva de la Amazonía y tendrá capacidad para generar 1.500 megavatios/hora, será construida por las empresas estatales Enarsa de Argentina y Termopichincha de Ecuador.
La visita, que durará 24 horas, «se enmarca en una estrategia de política exterior del gobierno argentino para la región», que incluye obras de infraestructura y acuerdos en el sector energético con Brasil y con Venezuela, dijo desde Buenos Aires una fuente oficial.
Después de su encuentro con Correa, la presidenta Kirchner será homenajeada por el alcalde de Quito, Paco Moncayo, y después asistirá a la inauguración de un centro de estudios, al que donará 1 mil 500 libros, según la agenda.
La gobernante regresará a Argentina hoy por la noche.