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José Antonio de Gabriel es el jefe adjunto de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) y durante los tres meses que lleva en El Salvador ha observado la primera fase electoral, para la selección de alcaldes y diputados, y una extensa campaña presidencial marcada por irregularidades y ataques entre los dos partidos en contienda.

El observador español asegura que la «campaña sucia» pierde aceptación entre el electorado salvadoreño y considera necesario una reforma en el sistema electoral, que actualmente se encuentra acaparado por los partidos grandes.

– Pregunta: ¿Cómo está conformada la MOE-UE que presenciará las elecciones presidenciales de El Salvador?

– Respuesta: La Misión de Observación en El Salvador, al igual que la desplegada para las elecciones de Guatemala hace año y medio, reúne a cerca de 90 observadores, dentro de los que hay un grupo central que se encarga especí­ficamente del análisis de la cobertura de medios, así­ como el análisis legal y polí­tico de las campañas con el objetivo de tener una visión, en su conjunto, de todo el proceso electoral y no solo de la jornada electoral. La misión se desplegó a principios de diciembre pasado y permanecerá en el paí­s hasta que se resuelva cualquier posible o hipotético contencioso sobre los resultados que se puedan producir. La misión ha permanecido ininterrumpidamente en el paí­s durante todo el proceso, ya emitió un primer informe preliminar después de las elecciones legislativas, municipales y al Parlacen. El próximo domingo (mañana) hará lo propio con las elecciones presidenciales.

– P: ¿Qué opina acerca de la organización electoral, los megacentros y la seguridad gubernamental?

– R: Si algo se ha puesto de manifiesto en la jornada electoral del 18 de enero fue que existe una necesidad de descentralización de las juntas receptoras de votos, como se realizó en Guatemala en las pasadas elecciones, donde el modelo se extendió a todo el paí­s; en este caso se ha implantado solo en un departamento, en Cuscatlán, y en algunos municipios aislados, pero los megacentros siguen dando problemas en tanto que son demasiado grandes, confusos, y con demasiada actividad polí­tica durante la jornada electoral. Serí­a bueno acercarle la urna al votante para que hubiera menos intermediación polí­tica en todo el proceso, a través del transporte de los votantes hasta los centros de votación o el exceso de propaganda polí­tica en las inmediaciones de los centros.

– P: ¿Cuál es el contexto polí­tico que observa previo a los comicios?

– R: Estas elecciones presidenciales son, de alguna manera, una segunda vuelta anticipada. Hay una gran polarización, desde luego; esta polarización donde más se manifiesta es en las campañas sucias que han proliferado y que realmente son de una calidad muy baja. Hemos constatado que la población, de alguna manera, está empezando a sentir un hartazgo de mensajes denigratorios en vez de contenidos propositivos. Consideramos que es un elemento de fondo en la cultura polí­tica, que no es solo salvadoreña, sino que como se vio también en las pasadas elecciones guatemaltecas y en otras de la región, parece que tienen algún elemento de cultura polí­tica regional que serí­a bueno ir superando; las campañas polí­ticas, más que ser denigratorias deberí­an ser propositivas, pero eso es algo que los partidos tendrán que ir dejando de hacer a medida que vayan identificando que el público deja de reaccionar a esos mensajes. Por otro lado, si bien existe polarización en este ámbito, es curioso ver que hay un contraste muy fuerte en la voluntad de los dos partidos polí­ticos en contienda, ARENA y el FMLN, que a través de la composición de sus binomios presidenciales, sobre todo en el caso del candidato a la presidencia (Mauricio) Funes en el Frente, y también de el candidato a la vicepresidencia en ARENA, (Arturo) Zablah han buscado conquistar espacios de centro. Eso se refleja también en los programas electorales que son muy parecidos y en realidad tienen un contenido bastante similar, por lo tanto, hay por un lado una estrategia de búsqueda del electorado del centro y luego la campaña electoral, en lo que se refiere a los mensajes propagandí­sticos y en los spots televisivos, hay una tendencia a exagerar el enfrentamiento a través de mensajes denigratorios, por lo tanto nos encontramos con una campaña curiosa en la cual se da por un lado, un movimiento hacia la moral pero por otro lado se extreman las campañas sucias.

– P: ¿De donde provienen las campañas sucias?

– R: De los dos partidos. Sin embargo, hemos notado que existe un fuerte contenido en ciertos medios de comunicación, que representan la mayorí­a de la prensa escrita, donde los titulares continuamente tratan de sembrar dudas presentando pocas pruebas o argumentos en contra del candidato del FMLN, eso es lo que es resultado de nuestro monitoreo de medios. Esa tendencia se marcaba de una forma más moderada en las campañas legislativas donde habí­a más partidos y más pluralidad. La polarización se ha exacerbado en la última fase de la campaña presidencial.

– P: ¿Prevé algún tipo de consecuencias a los constantes choques entre los seguidores y altos mandos de ARENA y FMLN?

– R: No lo creemos porque en las pasadas elecciones legislativas vimos una ciudadaní­a madura que votó tranquilamente, sin incidentes y con respeto de los unos por los otros, en un contexto de participación cí­vica y no de confrontación ideológica. Confiamos que ocurrirá lo mismo el próximo domingo; estaremos muy atentos para ver cómo se van desarrollando las cosas. Será muy importante y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) así­ nos lo ha comunicado, que los resultados se vayan publicando con rapidez para que no se alargue el proceso y no hay incertidumbre sobre quién es el ganador, sobre todo en el caso de un resultado ajustado, como se ha producido en algunos otros paí­ses de la región. Es muy importante que las fuente oficiales puedan publicar los resultados cuanto antes, es decir el TSE, que el dé un veredicto claro de cómo va siendo el conteo prelimitar. Eso dará tranquilidad, ayudará a calmar los ánimos y nosotros confiamos, y así­ se lo hemos pedido a los dos candidatos, que acepten los resultados que publique el Tribunal y en el caso de que hayan desacuerdos sobre algunas juntas receptoras, pues, que sigan los cauces de protesta de recursos establecidos por la ley.

– P: ¿Ha identificado amenazas o riesgos que puedan obstaculizar el ejercicio democrático del domingo?

– R: No. En principio, naturalmente, nuestra función no es hacer conjeturas sino en observar lo que ocurre pero no esperamos que existan especiales riesgos para el proceso dentro de la jornada electoral. El momento más delicado naturalmente, será el inmediatamente posterior al cierre y el inicio del recuento, pero insisto, para eso la mejor medida preventiva que se puede tomar es una rápida publicación de los resultados por parte del TSE.

– P: El FMLN advierte sobre un alto riesgo de fraude electoral. ¿Que opina al respecto?

– R: Lo hemos discutido mucho con el Frente y con los demás partidos polí­ticos: Hemos hecho nuestra propia observación y hasta ahora no hemos detectado ningún elemento que pueda indicar fraude. Se detectaron algún tipo de irregularidades, dirí­amos que de menor cuantí­a, en lo que se refiere a las elecciones legislativas pasadas, sobre todo en las municipales que son más complicadas pero en ningún caso detectamos lo que se puede llamar fraude, que es definido como intento deliberado y masivo de traicionar o suplantar la voluntad popular expresada a través de las urnas. Nos parece que el sistema tiene suficientes cautelas para evitar que eso ocurra, como la composición de las juntas receptoras de votos paritarias, es decir, con dos miembros de cada uno de los partidos que están en contienda aunque, en ese sentido, consideramos que el sistema electoral salvadoreño está, para nuestro gusto, excesivamente partidarizado. Estamos esperando que el Frente nos presente las pruebas de las que habla. Donde vemos mayores problemas es en el equilibrio de acceso a los medios de comunicación, que es un elemento muy fuerte e importante en las campañas electorales modernas, sin embargo no vemos indicios de fraude, lo que sí­ vemos es una abrumadora disparidad, diferencia y desequilibrio en el acceso a los medios de comunicación entre los dos partidos principales.

– P: ¿Qué partido tiene ventajas en el acceso a los medios de comunicación?

– R: ARENA tiene más acceso a la mayorí­a de los medios más relevantes, mientras existen otros medios minoritarios que el dan muchí­sima más atención y presencia positiva al Frente. Otro elemento que ya señalamos en nuestro primer informe y que consideramos importante, es que la legislación salvadoreña es extremadamente pobre en lo que se refiere a regulación de los partidos polí­ticos, de su campaña y de su financiación. Como resultado se ha producido una larguí­sima precampaña que acaba terminando desesperando al público y además desgasta los medios financieros de los partidos menores. Por otro lado, no existe ningún tipo de regulación sobre la financiación de los partidos polí­ticos. No se sabe con cuántos fondos cuentan, de dónde proceden y en qué son gastados. Desde luego, es necesario que se implemente una reforma a las normas que rigen las acciones de los partidos polí­ticos y el proceso electoral, que además tenga en cuenta la transparencia de las finanzas de los partidos y aclare elementos sobre su funcionamiento democrático, que regule la duración de las campañas y que establezca sanciones duras. Finalmente todo el código electoral precisa más una reforma o un nuevo texto, me refiero básicamente a que para los Acuerdos de Paz se decidió mantener un sistema de control mutuo y de vigilancia entre los partidos para el desarrollo de los procesos electorales, lo que se plasmó en que el Tribunal Supremo Electoral tenga composición directamente partidaria y todo el organigrama, toda la pirámide organizativa electoral desde su vértice hasta la junta receptora de votos, está integrada por miembros de los partidos polí­ticos. Eso da origen a suspicacias, desconfianzas mutuas, politización de decisiones que deberí­an ser administrativas o jurisdiccionales, y por lo tanto deberí­a tener más apego a la ley que a la militancia. Hemos identificado que todos los partidos polí­ticos, al menos en sus manifestaciones a nosotros, y todos los lí­deres de los partidos rechazan este sistema y preferirí­an algo más neutro. Están por ver si lo hacen, nosotros les animamos, y en ese sentido formularemos recomendaciones en el informe final sobre lo que nosotros consideramos que podrí­a mejorar el sistema electoral salvadoreño.

– P: Los de izquierda también señalan que el TSE está parcializado y apoya al partido oficial. ¿Existen evidencias de esta denuncia?

– R: Esta es una queja que podrí­a hacer cualquier partido polí­tico y sobre todo los minoritarios que ni siquiera tienen puesto en el Tribunal. Nos parece que el sistema de partidización del TSE es muy negativo, a estas alturas está superado y tiene que ser reformado. En esta segunda fase electoral y en lo que se refiere a la configuración a la conformación de las juntas receptoras de votos, en muchos aspectos importantes se ha producido un acuerdo unánime entre ARENA y el Frente para dictar las normativas que van a regir las elecciones del domingo, eso es positivo pero aun así­, es un organismo con muchos cortocircuitos internos que en situaciones de tensión polí­tica puede saltar, por lo tanto recomendamos una superación del sistema de partidización del TSE y su sustitución por un sistema neutro.

– P: ARENA señala a la izquierda de orquestar «campañas sucias». ¿Cómo se comprueba esta acusación?

– R: En la última fase detectamos mucha campaña sucia pero desde luego, lo que no podemos decir es que el Frente sea el principal protagonista; estamos viendo también muchí­sima campaña sucia procedente de ARENA vehiculada a través de los medios de comunicación que le son más próximos.

– P: ¿Qué puede esperar el pueblo salvadoreño para mañana?

– R: Pueden esperar muchí­simo. El hecho de que vayan a celebrar en paz otra elección presidencial ayuda a consolidar la democracia, porque la democracia nunca está consolidada del todo, y se consolida en cada proceso electoral. Tenemos que señalar que hemos detectado una gran madurez del pueblo salvadoreño, que claramente ha separado militancia polí­tica, incluso en este contexto de polarización, de cualquier reavivamiento de la violencia que caracterizó al paí­s en el pasado. En ese sentido es necesario señalar que hasta ahora y después de una larguí­sima campaña electoral y precampaña no se ha registrado ningún muerto por motivos electorales, y tampoco ningún herido de gravedad, a pesar de que este es un paí­s que tiene í­ndices de violencia muy altos.