Paredes blancas, una alfombra extensa color azul oscuro apenas visible por el tapizado de revistas de arte en el suelo, suscripciones y planos decoran la primera parte de la oficina-estudio del fallecido artista Efraín Recinos.
A dos años de su muerte, la Asociación que lleva su nombre, planea una propuesta para hacer de este caótico lugar un museo sobre la vida del creador del Teatro Nacional.
A decir de varios de sus conocidos, Recinos era un genio desordenado, prueba de ello son las fotografías que se muestran en este artículo, pero en balance a su defecto el mejor de sus rasgos era que gozaba de la más extraordinaria memoria. Sabía dónde estaba cada lápiz, cada hoja y cada pincel, según el director del Teatro Nacional, Hipólito Maldonado.
En la segunda parte de la oficina se encuentra el estudio. Este era el espacio creativo del artista. Allí se encuentran montadas tres mesas de diferentes tamaños, con botes de pinturas, algunos abiertos que a causa del aire se secaron, pero que adornan espléndidamente, como si fuese designio de la casualidad, este espacio.
Obras de arte, suyas y de sus amigos, se apoyan sobre las paredes, dejando ver su personalidad y amor por el arte.
Siendo un personaje tan emblemático, este artista al morir dejo en Guatemala un gran vacío, así lo dijo la arquitecta y jefa de Infraestructura y Mantenimiento del Teatro Nacional, Elizabeth Beltetón, quien comparó el paso de Recinos por esta tierra con el de Gaudí, de Barcelona.
Y es que la idea de convertir este espacio en un museo se fundamenta en el trabajo y legado del artista, parte importante de la identidad nacional.
La propuesta consiste en recrear en un 95 por ciento el espacio tal y como el maestro lo conservaba, incluyendo las revistas y libros con los que amenizaba su tiempo de lectura, sus planos, y algunas reproducciones de sus obras.
“Queremos presentarles a las personas cómo era que él trabajaba, sus instrumentos reales de trabajo”, expresó Lorena Recinos, hija del artista.
Francisco Sagastume, presidente de la Asociación Efraín Recinos, dijo a La Hora que a la oficina no se le harán muchas modificaciones ya que deben de respetar las normas del Teatro, tomando en cuenta que forma parte del Patrimonio Cultural de la Nación.
“La idea es conservar los mismos ambientes, los mismos espacios y hacer modificaciones pequeñas”, refirió.
CÓMO SE VERÁ
El museo, que se planea integrar al recorrido del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, ocupará el espacio que Recinos utilizaba como estudio, dejando a la oficina fuera de la exposición. En las paredes se colocarán las reproducciones de sus obras, fotografías de sus proyectos y de su vida.
Además, se incluirán carteleras con información de actividades culturales tanto del Teatro, como de la Asociación y de actividades desligadas de estas dos instituciones. En la sala también se incluirán las mesas de trabajo de Recinos tal y como las dejo, sin mover un solo pincel y una sola brocha. En él, el público podrá contemplar el espacio en donde surgía la genialidad de sus obras.
Por otro lado, la exposición completa estará protegida por paredes de vidrio.
La realización de este proyecto será financiado con el apoyo de patrocinadores y se espera que para mayo del próximo año, aniversario de su natalicio, este museo sea un sueño hecho realidad.
Según lo dijo Sagastume, este proyecto es un esfuerzo compartido con el fin de mantener el legado, pensamiento y vida de Recinos, además de ser una contribución al arte y la cultura guatemalteca.