De DIA, antes que nos agarre la noche


Julio Donis

Sociólogo

Como supondrán a estas alturas, este espacio está dedicado al análisis ideológico de cada uno de los partidos polí­ticos, en un afán por interpretar cuál es la propuesta que cada una de estas organizaciones polí­ticas quiere trasladar a la sociedad. Como se expuso en otro artí­culo similar al presente, este esfuerzo supone hacerlo desde varias perspectivas si se quiere tener un panorama lo más cercano a la realidad de lo que representa cada partido polí­tico, en una suerte de prisma que al final le deja al lector, el camino más cómodo para deducir si dicha propuesta es de izquierda, de centro o de derecha; centro derecha, centro izquierda, liberal, conservador, etc. Por mi parte haré una apreciación a continuación.


De su logo

Rápidamente propongo tomarse estas primeras lí­neas para valorar la simbologí­a del logo del partido, ejercicio que rara vez se hace y que es obligado en estos tiempos en los que las ideas viajan más rápido en un emblema adecuado. Una figura geométrica triangular rectangular de color rojo (es decir que todos sus lados son iguales) asentada sobre uno de ellos con un cí­rculo amarillo en uno de los vértices. De la publicidad del partido se lee que la figura piramidal es sabidurí­a, fortaleza, unión, y equilibrio; se dice también que el rojo es vigor, actividad, la esencia de la vida. Asimismo se lee que el cí­rculo amarillo es la luz, el sol, el maí­z como alimento ancestral. Finalmente, el partido acuña la frase Un Partido de Todos para una Guatemala de Todos. Entonces, si bien los colores y los í­conos coinciden con los conceptos y si me permite el partido, dirí­a que la forma como se transmiten las ideas antes descritas corre el riesgo de confundirse con un movimiento de la corriente del New Age (Nueva Era) más que representar a un partido polí­tico. Dejo aquí­ el análisis y retomo al final del artí­culo para amarrarlo con la anterior opinión.

De sus postulados

Vayamos entonces como es debido al análisis de los postulados para seguir completando la figura del partido DIA. Este partido como se conoce hoy dí­a es una derivación del partido Desarrollo Integral Auténtico del cual tenemos noticias desde el año 1993, cuando recién se formaba como Comité Cí­vico, pero que desapareció en el año 1995 al no haber obtenido el mí­nimo de votos establecido por la Ley Electoral, como requisito para mantener vigencia (solamente obtuvo el 3% de votos válidos).

Los orí­genes del nuevo DIA, de acuerdo a entrevistas elaboradas por ASIES en «Guatemala: Monografí­a de los Partidos Polí­ticos», a dirigentes de ese partido, se pueden encontrar en el trabajo de organizaciones no gubernamentales y la labor de grupos sociales en el ámbito municipal y departamental enfocadas a proyectos de desarrollo e infraestructura. Resalto esto porque me parece meritoria la apuesta por la figura de un partido, dejando de lado el de la ONG, en un afán por crear un vehí­culo democrático con el compromiso de obtener el poder para favorecer el cambio de las comunidades.

Paso a lo que dicen los estatutos respecto a la ideologí­a y los postulados económicos, polí­ticos y sociales que normalmente nos ayudan a entender cuál es la posición del partido frente a la realidad. Sobre lo primero, en el «Compendio de Legislación Electoral de los Partidos Polí­ticos de Guatemala» reza en la ideologí­a que el partido DIA promueve la equidad en relación al Estado y la sociedad y como derecho del individuo y la colectividad a los beneficios del desarrollo. Libertad como la opción que tiene el ser humano de actuar de acuerdo a su peculiar forma de ser; libertad de expresión, de locomoción, de organización, de trabajo. Igualdad sin importar el sexo, raza, idioma, grado de institución, situación económica. Desarrollo Integral como polí­tica dinámica que asegure sistemas productivos para garantizar satisfactores básicos. En el camino para crear identidad, es importante para un partido polí­tico que los valores y principios, queden lo más explí­cito posible sin temor a denotar una posición ante la vida. Los del DIA están claros y empiezan a translucir una concepción liberal pero se podrí­an afinar más en beneficio propio; adquirir posición trae respeto y reconocimiento.

Es posible que el panorama se vaya aclarando al analizar lo que el DIA propone sobre lo económico, lo social y lo polí­tico. Veamos: el DIA postula la libre empresa como manifestación de libertad de iniciativa de los individuos dentro del proceso económico, en donde coexistan la iniciativa privada, la empresa estatal, la comunitaria y la mixta. Además el respeto a la propiedad privada, el reconocimiento del humano y de los recursos naturales como la mayor fuente de riqueza. El uso eficiente del gasto público, la promoción de la inversión privada; la descentralización y la regionalización del presupuesto. En lo polí­tico resalta, favorecer la emisión del sufragio en forma libre, voluntaria y secreta, en los procesos de elección y consulta, así­ como el rol de los partidos polí­ticos como expresión del sistema democrático. Y finalmente en los postulados sociales se distingue la satisfacción de las necesidades sociales a través de la educación, salud, vivienda, alimentación, seguridad, previsión social y goce de libertad humana.

Sobre estas tres cosas, nuevamente anteponer el bienestar del individuo sobre todo lo demás, situando al Estado como un instrumento para alcanzar ese bienestar es una idea liberal; el desenvolvimiento del pensamiento en condiciones de libertad es una idea liberal; y finalmente en suma, se sobreentiende que el poder público está supeditado a las prerrogativas del poder del individuo. En suma, el DIA alcanza a distinguir con mucho humo enfrente todaví­a, que para su concepción particular, el papel del Estado es no intervencionista y en todo caso con la dimensión justa para que no interfiera con las libertades individuales; hay un reconocimiento a la empresa privada y no hay un reconocimiento por la diversidad o la multiculturalidad de este paí­s.

De su Presencia Institucional Efectiva

Otra de las perspectivas del prisma para observar un partido, lo constituye la presencia institucional efectiva, esto es la cobertura geográfica real del partido sobre el que basa su organización de afiliación. Esto es relevante porque todo lo que se expuso arriba debe estar sustentado y promovido por una base organizativa. Según los datos del FLACSO en el Cuaderno de Información Polí­tica No.7 para las elecciones del 2003, el DIA tení­a organización partidaria y base de afiliados en 128 municipios lo que representaba el 40% del paí­s, una cantidad nada despreciable. El DIA parece estar haciéndole frente al reto de la cobertura geográfica.

Dirí­a que juega a favor del DIA haber superado ya un decenio de vida y mantener presencia real en una buena parte de localidades municipales; además ha tenido relaciones internacionales con el Partido del Trabajo de México y en la parte eleccionaria ha jugado coaliciones con otros partidos y ha sido representado en el Congreso de la República. No queda claro el carácter de las coaliciones que hizo el DIA con partidos como FDNG o URNG, o por lo menos no queda claro para dichos partidos.

El DIA podrí­a avanzar hacia una mayor fortaleza como partido si empieza un plan fuerte de cambio institucional que tome en consideración la formación como inversión para el largo plazo y una mayor definición pública sobre los problemas de la coyuntura en el corto plazo.

Amarro la idea que arriba quedó suelta. Lo que une a un partido debe ser una estructura organizativa y un código de doctrinas bien definidas, no es suficiente con una misma mentalidad y una comunicación muy fluida. Ahora sí­ el prisma está completo, le toca a usted valorar?