No cabe duda que la modernización en varios sistemas se aplique en Guatemala que debe estar a la altura de las circunstancias, y así se está usando la modalidad de los cobros prejudiciales en donde una empresa acreedora traslada las cuentas morosas a otra encargada de ver que se hagan efectivas.
Eso está bien cuando se trata de sumas de varios cientos de quetzales, pero cuando el requerimiento es por una mínima cantidad, no hace mérito, como cuando se trata, por ejemplo, de retraso en el pago telefónico. Estoy de acuerdo que hay usuarios que hablan por el aparato como si estuvieran platicando cara a cara en la sala de su casa, pero en las poquiteras ese aviso de cobro prejudicial a los requeridos se les eriza el cabello, los acongoja, los hace morderse las uñas, pues ya se imaginan estar tras las rejas y encima, tener que pagar todo lo que se dice en tal comunicado.
En tiempos de GUATEL (guatemalteco), si alguien se atrasaba simplemente le enviaban un aviso de que si en tantos días no pagaba le cortarían el servicio, y a correr pues, y a pagar, así de simple. Está bien la existencia de esas empresas de cobros difíciles, porque si a alguien yo le di dinero en préstamo (suposición), y no me lo reintegra, esa empresa opera el milagro de la recuperación, y el requerido de cobro corre con los gastos adicionales y yo, feliz.
Pero resulta que en los recibos (para citar ejemplos): por corriente eléctrica hay una nota que dice: si «se cancela esta factura después (de tal fecha) tendrá un recargo (de) tanto», claro, si el atraso es mucho entonces sencillamente llega el corte y ya no se puede ver la telenovela, la reconexión es cara. En los recibos de TELGUA dice: «Su factura está por vencer, agradecemos realizar su pago para evitar el bloqueo de su línea. Si ya se realizó su pago hacer caso omiso a esta nota. Gracias». Así cortésmente. En los recibos por consumo de agua advierten: «Manténgase al día para evitar orden de corte», y a pagar corriendito. Entonces ese cobro prejudicial resulta albarda sobre aparejo y el envío de esas notas general burocracia y es más lo que se gasta en papeleo que la cuantía de lo requerido.
Por otra parte, esos cobros van dirigidos, en su mayoría, a los inquilinos del inmueble quienes en estas épocas de vacas superflacas es natural que tengan algún atraso, y no obstante la frialdad de los negocios, debe aplicarse una pizca de consideración, tomando en cuenta que los ingresos de los ciudadanos rasos cada día son más exiguos, y que estos servicios son de primera necesidad.
Por aparte, y hablando siempre de los teléfonos, las líneas originales fueron compradas por los usuarios, unos las pagaron «cash», billete sobre billete, otros con cheque (no rebotable) y los más, por contrato. Pero es aquí que cuando de la noche a la mañana GUATEL dejó de ser de los guatemaltecos, esos dineros no fueron reembolsados y se perdió la propiedad, Así de simple.
Estoy pues, en que hay que atenuar el tono de esos cobros, o hacer diferencia entre las grandes cuentas y las minoritarias.
íTEM MíS: La inauguración de la recién pasada TELETí“N, debió haber sido con la entonación de nuestro bello Himno Nacional, según la ley, y la Bandera debió haber estado presente, en lugar preferente, todo el tiempo. Tal vez en la próxima.