De Cancún a Mar del Plata, viaja Colom en comitiva


Rosana Montoya, A-1 397908, rosana.montoya@yahoo.com

Existen paí­ses que se pueden permitir viajar en comitiva, porque su presupuesto da para eso y mucho más, como fue el primer verano de la Primera Dama de Estados Unidos, pero nosotros los guatemaltecos, que el gobierno nos ha dejado con una mano adelante y otra atrás, es inverosí­mil la avidez de holgazanerí­a que demuestra nuestro gobernante asistiendo a los eventos del Cambio Climático en Cancún, donde no se arregla nada, porque las estadí­sticas han sido alteradas, y el final del Planeta no será determinante, si usa o no la lavadora de trastos o de ropa, si las vacas defecan y respiran, si la industria aumenta y los rí­os se contaminan, porque el meteorito que volverá a caer irremediablemente sobre nuestro Planeta Tierra, ya viene en camino, pero eso no quiere decir que nuestro gobernante viva en una fiesta sin fin.  El Señor Presidente de la República de Guatemala, ha sido acompañado por una comitiva, que más parece la corte de, Alí­ Babá, por el número exagerado de ladrones que llevó a veranear a las playas mexicanas y argentinas, a pesar que la Cumbre Iberoamericana, ha sido soslayada por Venezuela, Bolivia y Nicaragua, que en realidad temen por su integridad fí­sica, después que salieron a la luz los expedientes de WikiLeaks. Otro se excusa por la mala situación económica que afecta a su paí­s, por ejemplo España, donde, Zapatero, no está por lucir tafetanes, cuando la pení­nsula está en franca quiebra económica, resultado del mal manejo administrativo, y polí­tico, que ya pasó factura. Honduras no fue incluida en el ágape, y Brasil hace los honores de anfitrión ante la inestabilidad emocional de, la presidenta Fernández, que luce visiblemente desmejorada, ha sido Lula Da Silva quien presta su brazo para que en él se apoye la viuda.  El Presidente de Guatemala, va y regresa sin enterarse de nada, y menos se enteran los que lo escuchan, mientras continúa el plan vacacional, que desde su ascensión no ha dejado de festejar.