Coincidente a estos escritos, Diario La Hora y algunos otros diarios de Guatemala, pusieron el dedo sobre la contaminación del lago Atitlán, uno de los lagos más bellos del mundo con características únicas, donde varias estrellas cinematográficas de gran magnitud han pedido que se arrojen sus cenizas y, el célebre escritor inglés Aldous Huxley (1894-1963) ponderó vivamente su excelsa belleza en artículos periodísticos.
La problemática de los sistemas lacustres de Guatemala es muchísimo más compleja y antigua de lo que imaginamos. Los estudios modernos nos indican que durante las etapas de la evolución Maya los espejos de agua fueron contaminados, aunque en escalas muy inferiores a la contaminación que el humano moderno realiza.
Recordemos que la civilización Maya tuvo varios períodos a través de los años: Preclásico (Preclásico temprano; Preclásico medio; Preclásico tardío) Clásico (Protoclásico; Clásico temprano; Clásico tardío) y Postclásico, durante el lapso aproximado de 2,000 A.C. a 1,540 D. C., según Hansen (1990:2).
Obviamente la dinámica del desarrollo integral, durante esas etapas de la civilización Maya, tuvo impacto negativo sobre los recursos naturales, incluyendo el recurso hídrico.
Desde los inicios de la humanidad los asentamientos se realizaron en puntos cercanos a las fuentes de agua: Ríos y lagos. Sin embargo, como en ocasión anterior se mencionó en esta columna, el modernismo y el avance tecnológico han sido los que han llevado a la increíble contaminación de la que adolece el Planeta.
Lo que con mayor fuerza ha contaminado el recurso hídrico planetario es la invención del inodoro y los desagí¼es inyectados masivamente a los cuerpos de agua. En la invención del inodoro hay varias versiones sobre quién fue su inventor: 1) Sir John Harrington fue quien inventó en 1596 el aparato más cercano a nuestro conocido inodoro, aunque ya hay vestigios de artefactos para disponer de las heces fecales desde la Roma antigua.
2) La invención del retrete, water-closet o water-clo data de 1589 y es obra del inglés John Harrington. El diseño incluía una cisterna que también podía servir de pecera -según la descripción-, una reserva de agua en la taza y una manija para activar el mecanismo. 3) Thomas Crapper fue el inventor del inodoro. Thomas Crapper fue aprendiz de plomero en Chelsea y hacia 1861 ya tenía su propio negocio fabricando inodoros, el cual a través del tiempo llegó a ser «Thomas Crapper & Company, Marlborough Works, Chelsea, England». No hay certeza.
La inyección de cantidades navegables de eses fecales a los cuerpos de agua por medio de los desagí¼es ha sido, definitivamente, desastrosa para la ecología mundial. Sin embargo, la contaminación por desechos químicos industriales y aguas ácidas supera monumentalmente la contaminación por eses fecales. La presencia de sulfuros en muchos estériles de mina y la consecuente formación de drenajes ácidos de mina (AMD) ha sido ampliamente reconocida como uno de los grandes problemas ambientales en muchas regiones mineras de todo el mundo (Kinney, 1964; Calvo y Pérez, 1994, entre otros).
Cuando hace años hicimos toma aérea de la cuenca del lago Amatitlán desde un helicóptero aportado por el Ejército de Guatemala, pudimos tomar en video y en fotografía cuando una fábrica, de una manera insólita, vaciaba fuerte cantidad de desechos al río Villalobos y teñía de rojo una enorme parte del río que desemboca en el mencionado lago. Continuará…