El Fondo Monetario Internacional aprobó ayer la entrega de poco más de 3 mil millones de euros (4 mil 200 millones de dólares), la parte más reciente de un paquete de rescate, en busca de ayudar a que el país evite una inminente moratoria de su deuda.
La medida de la junta ejecutiva del FMI se esperaba luego de la decisión tomada la semana anterior por los ministros de finanzas de la eurozona, a fin de dar a Grecia su parte de un préstamo por 12 mil millones de euros (17.390 millones de dólares), la cual integra un paquete por 110 mil millones de euros (259 mil millones de dólares, acordado en el último año.
La decisión del FMI bajo las órdenes de su nueva directora-gerente, Christine Lagarde, surgió en un momento en que los bancos europeos, las compañías de seguros y otras instituciones financieras trataban de que el sector privado se involucrara con el objetivo de salvar a Grecia del impago.
Los 17 países que usan el euro continuarán, con el FMI, apoyando a la debilitada economía de Grecia en los próximos años, con un segundo paquete de préstamos de ayuda que se completará en septiembre.
Lagarde dijo que la serie de reformas, recortes de gastos y aumentos de impuestos que el gobierno ha estado desarrollando como parte de las condiciones para recibir fondos de rescate «está dando resultados importantes: El déficit se está reduciendo, la economía se está reequilibrando y la competitividad está mejorando gradualmente».
Sin embargo, dijo, las autoridades griegas todavía se enfrentan a desafíos importantes, incluyendo cumplir el objetivo de reducir la carga de su deuda al 7,5% del producto interno bruto en 2011 y menos del 3% para el 2014.
Según Lagarde, «la deuda de Grecia depende en gran medida de la aplicación oportuna y decidida del programa de ajuste, sin margen para resbalones, y el continuo apoyo de los socios europeos y la participación del sector privado».
La directora-gerente aseguró que la estrategia de privatización del gobierno es un paso clave para impulsar la inversión y reducir la carga de la deuda.
El fondo de la Unión Europea y el FMI habían dicho que se negarían a pagar la siguiente cuota a menos que los legisladores griegos aprobaran antes de finales de junio un nuevo paquete por un período de cinco años, que equivale a 40.000 millones de dólares en recortes de gastos y aumentos de impuestos y un plan de privatización de 72.000 millones de dólares. Los legisladores griegos cumplieron lo que se les pedía, lo que animó a los mercados financieros globales, pero provocó violentas manifestaciones en las calles de Atenas.
Lagarde, ex ministra francesa de finanzas, asumió el martes la dirección de la institución de crédito de 187 miembros, en sustitución de Dominique Strauss-Kahn, quien renunció en mayo para enfrentar los cargos por supuestamente haber asaltado sexualmente a una mucama en un hotel de Nueva York. Lagarde es la primera mujer que dirige la organización desde que fue fundada tras la Segunda Guerra Mundial.