No podemos acusar a nadie y ni siquiera afirmar que se trata de una acción premeditada para impedir que nuestros lectores tengan acceso a la publicación de La Hora en Internet, pero el caso es que pese a la existencia de programas de prevención contra virus en nuestros servidores, al buscar el contenido de la página sale un mensaje en el que dice que nuestro sitio web tiene contenido malicioso y se impide que puedan leerse las informaciones.
ocmarroq@lahora.com.gt
Lo corriente sería que afirmemos que nos están boicoteando como un atentado contra la libre emisión del pensamiento o que alguien se ha propuesto acallarnos y hasta encontrar cuáles temas de la actualidad o campañas que estamos librando ahora puedan haber provocado la acción de algunos hackers, es decir, personas que se dedican a generar programas que dañan los sitios de Internet o roban información de ellos. En nuestra página no pedimos a los lectores que nos proporcionen información personal por lo que no hay forma de que el lector pueda verse afectado, pero sí se le impide acceso a las informaciones y opiniones que publicamos.
Pero no sólo las páginas de diarios electrónicos se ven afectadas por estas maniobras sino aún los sitios web de empresas gigantescas han sufrido ataques cibernéticos y por lo tanto no podemos ni queremos caer en señalamientos que no podemos sustentar respecto al origen de este perjuicio. Definitivamente alguien se propuso hacerle daño a la página de internet de La Hora y trabajamos para restablecerla cuanto antes. Casualmente ocurre este hecho cuando estamos a punto de terminar el proyecto de lanzamiento de toda una nueva plataforma electrónica que estaba prevista para el mes de agosto y ahora tratamos de apresurar el paso para que al menos el sitio de Internet esté en el aire cuanto antes, dejando para las fechas previstas el lanzamiento de las aplicaciones que servirán para dispositivos distintos a las computadoras desktop y laptop.
Entendemos que la tecnología tiene enormes virtudes y también algunas debilidades. Una de éstas es que por mucho que se avance en programas antivirus y contra programas maliciosos, nunca se puede ir adelante de quienes los producen y generalmente el antivirus es una reacción, como su mismo nombre lo indica. Hemos invertido en programas para prevenir daños y han sido bastante eficientes hasta la fecha. Actualmente tratamos de seguir la pista a la contaminación, pero se trata de cientos de miles de comunicaciones con nuestra página que tienen que ser analizadas para intentar seguir una pista confiable.
Los desarrolladores del nuevo diseño de nuestra página y de las aplicaciones para tabletas y teléfonos han puesto especial atención a esta clase de vulnerabilidad y confiamos en que habrá mayores medidas de seguridad y, sobre todo, medios no sólo para evitarlo sino para detectar el origen de cualquier ataque cibernético, aunque en ese campo no se puede disponer de una garantía absoluta de invulnerabilidad.
De suerte que, sin hacer acusaciones ni lanzar al aire especulaciones de qué puede haber causado este ataque cibernético y por qué, explicamos a nuestros lectores que esperamos resolver el problema en el curso de esta semana.