Dalai Lama en Taiwán


El Dalai Lama (D), lí­der tibatano en el exilio, visitó Hsiaolin, Kaohsiung, en el sur de Taiwán, y rezó por las ví­ctimas de los deslaves provocados por el tifón Morakot. FOTO LA HORA: AFP SAM YEH

El Dalai Lama alabó hoy la democracia taiwanesa en su primer dí­a de una visita que según China tendrá consecuencias negativas en las relaciones entre Pekí­n y Taipei.


El Dalai Lama (D, protegido por una sombrilla) llamó la atención de miles de peregrinos en Taiwán. FOTO LA HORA: AFP SAM YEH

El Dalai Lama llamó a Taiwán a velar por su democracia, a menudo tomada como ejemplo en contraste con el régimen chino de partido único.

«Tenéis la democracia, debéis preservarla. Se lo digo a mis amigos sean del partido que sean» dijo. «Yo estoy totalmente dedicado a la promoción de la democracia».

El Dalai Lama, que visitó el pueblo taiwanés de Hsiaolin (sur), donde el tifón Morakot que arrasó la isla a principios de agosto dejó al menos 424 muertos, repitió en varias ocasiones que su visita de cinco dí­as es sólo humanitaria.

«Mi visita no es polí­tica, es humanitaria. No tengo agenda polí­tica», dijo el Dalai Lama a los periodistas.

Una conferencia de prensa muy esperada y prevista para hoy fue cancelada, después de que un miembro del partido en el poder, el nacionalista Kuomintang (KMT), expresara su preocupación de que hablasen de asuntos juzgados sensibles por China.

Miembros de la élite en el poder cercanos a Pekí­n afirmaron que no planeaban reunirse con el lí­der tibetano en el exilio.

El presidente Ma Ying-jeou, que se entrevistó con el Dalai Lama en los dos viajes anteriores del lí­der budista a la isla, no tení­a previsto ningún encuentro en esta ocasión, indicó el portavoz.

«Hemos dicho anteriormente que no hay tales planes», dijo Wan Yu-chi.

El vicepresidente Vincent Siew, el primer ministro Liu Chao-hsiuan, el portavoz parlamentario Wang Jin-pyng y el presidente del KMT, Wu Poh-hsiung, tampoco tení­an previsto reunirse con el Dalai Lama, según representantes.

El presidente Ma, que se ha enfrentado a fuertes crí­ticas por su gestión del tifón, que mató a por los menos 571 personas, dio el visto bueno a la visita del Dalai Lama la semana pasada.

El Dalai Lama está en Taiwán invitado por un grupo de miembros de alto nivel del opositor Partido Democrático Progresista, que quiere que la isla se independice oficialmente de China.

Los observadores consideran que Ma no tení­a opción y debí­a permitir la visita del Premio Nobel de la Paz a la isla, pero creen que tanto él como el partido KMT harán lo posible por evitar cualquier controversia durante el viaje.

Pese a todo, poco después de la llegada del Dalai Lama, el gobierno chino criticó por segunda vez este viaje, advirtiendo que traerí­a consecuencias negativas para las relaciones bilaterales.

«La visita del Dalai Lama tendrá consecuencias negativas en las relaciones entre el continente y Taiwán», dijo un portavoz de la Oficina de asuntos taiwaneses del Consejo Estatal (gobierno), según la agencia oficial China Nueva.

«Nos oponemos decididamente (a la visita) y nuestra postura es firme y clara. Seguiremos la situación de cerca», añadió.

China considera a Taiwán como parte de su territorio, y una visita del Dalai Lama, al que acusa de querer la independencia de Tí­bet, enfurece particularmente a Pekí­n.

Pese a los esfuerzos del Dalai Lama por ceñirse a la vertiente humanitaria de su visita, unas 30 personas manifestaron frente a su hotel hoy y le acusaron de politizar su visita.

«El Dalai Lama sólo ha venido a dar un espectáculo polí­tico», declaró el lí­der de los manifestantes, miembro de una minorí­a étnica diferente a los hanes, mayoritarios.

«Si el Dalai Lama realmente quiere ayudar a la ví­ctimas y homenajearlas, deberí­a quedarse en un pueblo aborigen, no en un gran edificio como este», añadió, señalando el hotel.