El próximo día 2 de noviembre, LA HORA estará cumpliendo sesenta y siete años de existencia en su cuartan época y 30,752 publicaciones, parecerá como que fuera un asunto de poca importancia en una empresa editora el llegar a semejante número de publicaciones, sin embargo, detrás de esa cifra, estamos muy seguros que han pasado un sinfín de acontecimientos que labraron un porvenir periodístico sobre la base de la verdad.
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Cuatro épocas distintas que reunieron a un conglomerado periodístico que ha sabido dirigir sus intenciones para darle al pueblo guatemalteco la dosis diarias de noticias que nos permiten estar enterados del acontecer nacional e internacional.
Propietarios, Fundadores, Periodistas de planta, Personal Administrativo en general, redactores, fotógrafos, prensistas, columnistas, voceadores (ya quedan dos o tres) distribuidores y no sé cuántas personas más, durante cuatro épocas han hecho posible con su esfuerzo y sacrificio la publicación de LA HORA, hoy estamos regocijados en la celebración espiritual de haber alcanzado un lugar preferente en los lectores guatemaltecos.
Estas cuatro épocas que han traído consigo la persecución, exilio, amenazas, diatriba, atentados, censura y ataque directo de algunos gorilas gobernantes NO IMPIDIí“ a LA HORA seguir su camino, algunas veces tortuoso difícil, cuesta arriba y accidentado, para que con la idea maravillosa de la libre expresión del pensamiento haya logrado superar los escollos encontrados.
30,752 publicaciones hasta el día de hoy, han llevado a los hogares, al trabajo y oficinas gubernamentales y privadas, no sólo la noticia cotidiana de la política doméstica, internacional, deportes, sociales, culturales, suplementos especiales (Cultural, Política, Historia de Guatemala), sino la confianza de que por este medio de comunicación social, tenemos la oportunidad de plantear nuestros afanes y esperanzas, dudas, denuncias y por qué no decirlo, también nos ha servido como una guía en nuestras vidas con sus inmejorables páginas editoriales.
LA HORA ha dado a nacionales y extranjeros, una cátedra de nacionalismo al defender los intereses soberanos sobre el territorio guatemalteco (Usumacinta, Belice), al defender los elementales principios de la libertad humana y de la libertad de prensa, al denunciar de forma clara y valiente los actos reñidos que algunos funcionarios y empleados públicos cometen arrogándose poderes sobre la ley misma.
Un sincero reconocimiento, póstumo al Licenciado Clemente Marroquín Rojas por la hidalguía de haberse lanzado a la aventura periodística que llevaba en la sangre; y a su hijo í“scar Marroquín Milla, continuador de tan especial legado y quien hace pocos meses dejó de estar con nosotros; al Licenciado í“scar Clemente Marroquín Godoy, actual Director General, al Licenciado Pedro Pablo Marroquín Pérez, heredero y conductor de tan importante tarea y a todo el equipo humano que día a día pone su aporte para su publicación. ¡FELIZ ANIVERSARIO!