Cultura y migrantes


La cultura popular incorpora el conocimiento de diferentes formas de la vida social. Mujeres y hombres inmersos en la migración laboral guatemalteca -documentada o no- en Chiapas, han creado y practican su cultura desarrollando una simbologí­a propia, con mitos -producción colectiva- y costumbres que permanecen en el tiempo fortaleciendo sus modelos de identificación.

Carlos Cáceres

La presencia de trabajadoras y trabajadores guatemaltecos en las unidades chiapanecas de producción (fincas) no significa modificar el conocimiento que poseen de su arte, danzas, rituales o expresiones narrativas y musicales. La migración laboral guatemalteca no pierde esos elementos culturales al establecer ví­nculos de trabajo en Chiapas. «No podemos desconocer -señala Pierre Bourdieu- que en las culturas populares existen manifestaciones simbólicas y estéticas propias cuyo sentido desborda el pragmatismo cotidiano».

La lí­nea geográfica en la frontera de Guatemala y México ubica el territorio de cada nación, pero también une culturalmente a las poblaciones fronterizas. Las trabajadoras y trabajadores guatemaltecos comparten elementos culturales con la población chiapaneca, especialmente en la región Soconusco (se integra con 16 municipios): ví­nculos familiares y de amistad, un lenguaje común (el español); la alimentación sustentada en el maí­z y sus derivados, así­ como el queso, chipilí­n, frí­jol, chile, y variedad de frutas donde se encuentran el mango, plátano y la papaya, entre otros, son elementos culturales propios de las poblaciones guatemalteca y chiapaneca; pero también se encuentran indicadores económicos, sociales, polí­ticos y culturales, propios de cada lugar.

Ciudadanos y ciudadanas de Guatemala trabajando en Chiapas, son parte inherente de la cultura popular porque crean y desarrollan respuestas sociales propias de su identidad y se encuentra en las tradiciones o acontecimientos que pueden ser transmitidos en forma oral. Hombres y mujeres en Chiapas no se encuentran fuera de la sociedad guatemalteca. Por esta razón la UNESCO señala: «La cultura tradicional y popular es el conjunto de creaciones que emanan de una comunidad cultural fundadas en la tradición, expresadas por un grupo o por individuos y que reconocidamente responden a las expectativas de la comunidad en cuanto expresión de su identidad cultural y social; las normas y los valores se transmiten oralmente, por imitación o de otras maneras. Sus formas comprenden, entre otras, la lengua, la literatura, la música, la danza, los juegos, la mitologí­a, los ritos, las costumbres, las artesaní­as, la arquitectura y otras artes».

Mujeres y hombres mayas en Chiapas tienen derecho a su especificidad espiritual y nadie debe interferir en la conservación de sus valores como parte de su cosmovisión; además, se encuentran inmersos en las redes sociales de la migración laboral compartiendo dos mundos: la cultura de Guatemala, su paí­s de origen; y la cultura de México, como nación receptora.

Las redes sociales se entretejen por la acción de familias, lazos de amistad y ví­nculos de paisanos. Se localizan desde el inicio (1880) de la producción cafetalera en Guatemala y Chiapas; asimismo, forman partes de otras corrientes migratorias laborales, como las trabajadoras domésticas, y grupos de hombres y mujeres que se trasladan a Chiapas con el propósito de trabajar y establecen ví­nculos con ciudadanas y ciudadanos de ese Estado.

En las redes sociales interactúan los trabajadores y trabajadoras, empleadores, consejeros de empleo y autoridades migratorias permitiendo, entre otros factores, que coincida la oferta mexicana y la demanda guatemalteca de trabajo. Las redes sociales permiten la reproducción migratoria al vincular lugares de origen (municipios, aldeas y comunidades guatemaltecas) con localidades de destino (fincas o ejidos en Chiapas). Además, las trabajadoras y trabajadores guatemaltecos intercambian información y conocen el tiempo que permanecerán en los centros de trabajo, salarios a devengar y condiciones laborales. Esta situación adquiere especial importancia porque la migración laboral forma parte de la cultura de las comunidades.

Las pautas culturales de una sociedad son relevantes al interior de las redes sociales porque a través de ellas se expresan relaciones afectivas de familia y amistad; asimismo, las vivencias del trabajo en Chiapas se comparten y generan apoyos. Su inmediata implicación se encuentra en el fortalecimiento de la identidad como elemento básico de la vida social de trabajadoras y trabajadores guatemaltecos. «Para desarrollar sus identidades la gente echa mano de recursos culturalmente disponibles en sus redes sociales inmediatas -afirma Stephen Frosh- y en la sociedad como un todo».