Cuidando la ventaja sin exponerse


Evidentemente el candidato del Partido Patriota, Otto Pérez Molina, siente que tiene el triunfo entre la bolsa y que es mejor no exponerse a participar en ningún foro. Y es que tras su experiencia en Libre Encuentro, en el que lució mucho mejor que su rival, sólo el sentirse muy confiado explicarí­a su decisión de no participar en los foros programados sabiendo que lleva las de ganar por la forma en que se presenta y habla.

Oscar Clemente Marroquí­n
ocmarroq@lahora.com.gt

Pero cabalmente él tiene que saber mejor que nadie que del plato a la boca se cae la sopa, puesto que lo que ha visto en su contendiente le podrí­a aún ocurrir a él si da muestras de exceso de confianza (pecado fatal para Colom) o que podrí­a tener algún temor de enfrentar a su rival en debates que podrí­an llevarlo a cometer algún error significativo que le afectara en lo que él supone que es una sólida ventaja.

En todo caso, los ciudadanos guatemaltecos que hemos presenciado una campaña polí­tica cuya principal caracterí­stica es haber sido desteñida, a lo mejor hubiéramos encontrado en esos debates una razón para inclinarnos por uno u otro de los contendientes y es que siendo tan alto el número de los que no se sienten atraí­dos por ninguna de las propuestas, es obvio que más de uno, al menos, hubiera podido ser de alguna manera convencido por quien exponga mejores propuestas y lo haga de mejor forma. Porque hay que entender que en materia de foros, que en realidad es muy difí­cil llamarlos debate, cuenta mucho no sólo la calidad del contenido en la propuesta de cada uno de los candidatos, sino que influye mucho su forma de actuar frente a las cámaras.

En la primera vuelta me pareció impropio que se atacara a los candidatos por no ir a cuanto foro organizaba cualquier hijo de vecino, sobre todo porque los punteros tení­an todo que perder y nada que ganar en esos encuentros de pequeña repercusión. Pero ahora, cuando se trata de foros televisados, que llegarí­an a grueso sector del público, y están hechos para que participen los dos finalistas con la idea de contrastar sus puntos de vista, es obvio que aun en foros mal manejados y moderados, los aspirantes a la Presidencia podrí­an tener un buen desempeño y ganar adeptos. Pero lo más importante es que en esos foros se podrí­an asumir compromisos que dieran forma al tan requerido mandato popular para que los polí­ticos no lleguen con un cheque en blanco a asumir el poder pensando que tienen facultades para hacer lo que les dé la gana.

En resumidas cuentas, pienso que es un error de Pérez Molina no acudir a los foros en las actuales circunstancias, puesto que más de lo que se han dicho los candidatos ya no hay y en todo caso, en ese formato de discusión no tiene ni cabida ni tendrí­a aceptación pública una postura de ataque virulento.

Si la decisión de Pérez Molina es porque se siente con suficiente ventaja como para no arriesgar nada y piensa que la ausencia suya en los foros no tendrá mayor repercusión, la verdad es que está menospreciando al rival y, sobre todo, menospreciando al elector que desea escucharle, tanto si es su simpatizante como si está entre los indecisos. Por el contrario, si su ausencia fuera por temor al debate concreto de los asuntos de Estado porque cree que Colom domina más el tema, realmente estarí­a demostrando poca perspicacia porque es obvio que tampoco Colom tiene reales dotes de estadista.