Muy buenas tardes mis estimados lectores, por favor que el tí­tulo no lo confunda, no crea que me estoy refiriendo a aquellos personajes que trasladan sus cuentas bancarias a otros paí­ses, debido a la solidez que los bancos localizados en ellos les pueden proporcionar. Tampoco me refiero a aquel dinero que se quiere fugar escondido en doble fondo de maletas, en latas de comida, debajo de los pantalones o metidos en peluches o equipos eléctricos.

Me refiero a ese dinero que tanto a los paí­ses, como a las empresas y los individuos se les escapa de las manos sin que se percaten de ello. ¿Cómo puede suceder esto? me preguntarán, precisamente de ello vamos a compartir el dí­a de hoy.
En los paí­ses se fuga el dinero acumulando deuda, ya que ésta, aparte de generar intereses, provoca inseguridad en la inversión, aumento de precios, quiebra de empresas, etc. Otra manera en la que se fuga el dinero es a través de la corrupción, pues fondos que deberí­an ser utilizados en la creación de infraestructura o servicios para la población, es desviado a manos particulares, afectando el presupuesto de ingresos y egresos de la nación.
La forma de evitar esto, es la participación y la denuncia. Como ciudadanos debemos exigir a nuestros gobiernos un manejo responsable de nuestros recursos y el alto inmediato al endeudamiento, así­ mismo debemos denunciar la corrupción a todo nivel, ya que de alguna manera nos golpea.
En las empresas, el dinero se fuga en el uso irresponsable que colaboradores no comprometidos ni identificados, hace de los recursos de la empresa. Llamadas telefónicas de carácter personal, fotocopias excesivas, uso de suministros de oficina en forma exagerada, reclamo de gastos inexistentes o inflados, etc. Situaciones que ocurren por la falta de compromiso y de responsabilidad. Esta situación se corrige con programas de desarrollo y formación, estratégicamente diseñados para desarrollar las competencias especí­ficas que se requieren del capital humano de las empresas.
En el ámbito personal, el dinero se fuga en gastos no planificados, en propinas, en compra de pequeños artí­culos, no significativos individualmente pero que suman cantidades importantes en conjunto. La solución es un presupuesto cuidadosamente elaborado, pero sobre todo respetado. Esto permitirá a las familias un uso más controlado de sus recursos y como consecuencia menos escasez y limitaciones económicas.
El uso responsable de los recursos, proporciona a los paí­ses, las empresas y los individuos estabilidad financiera y una mayor capacidad de maniobra en la utilización y crecimiento de estos recursos. Se deben establecer estrategias adecuadas, diseñadas de acuerdo a cada una de las situaciones especí­ficas, para lograr los resultados deseados. Recuerde, los ganadores dan resultados, los perdedores dan explicaciones. Sea efectivo. í‰xito en todo.

*Asesor en efectividad y alto desempeño