De un presupuesto de Q347 millones, el Fondo Guatemalteco para la Vivienda só lo ha ejecutado Q23 millones en siete meses de 2008, parte de esos fondos para seguir soportando consecuencias de desastres naturales pasados.
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Eso fue confirmado luego que Héctor Barrios, director del Foguavi y Fredy Pinto, subdirector financiero, dieran lectura a seis áreas en las que han gastado dichos recursos, incluido el gasto de Q3.5 millones, destinados a las comunidades y proyectos de la tormenta Stan ocurrida en 2005.
El desglose de los gastos ha sido: Construyendo mi barrio, Q 579 mil; desarraigados y desmovilizados, un millón 27 mil quetzales; descentralización Q13.6 millones; fortalecimiento Q697 mil; pagos únicos Q715 mil y supervisión no hemos pagado muchos, sólo Q271 mil.
Lo anterior sin contar que se había anunciado que al menos Q50 millones del Foguavi iban a ser utilizados para la emergencia en La Unión, Zacapa, la pasada semana.
Fideicomiso para vivienda
Rolli Escobar, de la Coordinadora Nacional de Pobladores de íreas Marginadas de Guatemala (Conapamg), aseguró que son 10 mil personas las que ingresaron papelería desde el 2005, pero hay denuncias de que en Foguavi sólo atienden áreas donde hubo compadrazgo político de campaña, mientras hay abandono donde se negó respaldo para el actual Gobierno.
Hay de 80 a cien familias sin certeza jurídica en el asentamiento «Unidos por la fe», zona 21; solo 90 familias solventadas por la reciente inundación por el río Villalobos; sin embargo hay un dato que son 400 familias las damnificadas por ese desbordamiento, aseguró Escobar.
Por Stan existen proyectos sin ejecutar y casi nula la atención a los sin vivienda. Hay gente que alquila y no tiene dónde vivir. Suman aproximadamente 800 mil familias que están en asentamientos humanos a nivel nacional, porque no hay una política definida para resolver la crisis.
En la capital siguen existiendo 380 asentamientos humanos y en el resto del país son 575, eso es lo que suma a las 800 mil familias, que tan solo un 10% tiene certeza jurídica de la tierra, pero en la mayoría de casos no han podido asegurar la propiedad, enfatizó Escobar.
El Foguavi no ha pagado la tierra desde el huracán Mitch, en Balcones de Palín II, donde están asentadas por lo menos 500 familias, que siguen sin vivienda, en riesgo y con escasos servicios básicos, denunció el líder de los sin vivienda, Conapamg.
El parlamentario Alfredo Cojtí dijo que llegó el mes de agosto y la gente en el país está desesperada porque no reciben la ayuda del Foguavi. Solo en Chimaltenango, más de 80 familias siguen esperando que se reactiven los proyectos
«Hay necesitados de un techo y tierra; el campesino sigue esperando», dio a conocer el diputado Alfredo Cojtí, a quien autoridades del Foguavi dieron a conocer que existe un fideicomiso de Q mil 426 millones que se trabaja con el Crédito Hipotecario Nacional desde 1998.