Los cubanos podrán rentar total o parcialmente sus viviendas a connacionales o extranjeros y deberán pagar impuestos.
«Normativas jurídicas recientemente puestas en vigor flexibilizan el arrendamiento de viviendas, habitaciones y espacios, al suprimir restricciones, simplificar los trámites para obtener la licencia y ajustar su contenido a los nuevos enfoques de la política impositiva», según un artículo publicado ayer por el diario oficial Granma.
Según el rotativo, la nueva disposición facilita los alquileres «como una alternativa más de empleo» mientras «alivia la situación de muchas personas ante el déficit de viviendas», uno de los temas que mayores quejas produce en la población de la isla.
Algunas personas contaban con licencias para arrendar de manera muy limitada una habitación a cubanos o a turistas, pagando un impuesto en pesos cubanos (para nacionales) o pesos convertibles -la divisa con equivalencia de dólar- cuando se trataba de alojar a extranjeros.
La norma entre sus novedades elimina prohibiciones abriendo la posibilidad de que todos los propietarios puedan alquilar su vivienda completa, por habitaciones o espacios (garajes o portales por ejemplo) a trabajadores independientes.
También se permite ahora rentar toda la casa en caso de que el titular esté fuera del país de manera temporal, por ejemplo, en algún convenio de cooperación con terceros países o por motivos familiares.
La vicepresidenta del Instituto Nacional de la Vivienda, Magalys Piñeiro Ravelo, indicó que entre las facilidades está la posibilidad de que los trámites no se hagan personalmente o la simplificación de los mismos. Los arrendadores podrán ocupar fuerza de trabajo como personal doméstico o jardineros.
Los arrendadores deberán pagar un extra de impositivo por contratar a terceros y gastos de seguridad social si no cuenta con ella sea por tener otra actividad o por estar retirado.
Las autoridades cubanas abrieron en octubre la posibilidad del trabajo independiente del Estado como una manera de sacar a flote la economía en crisis del país.
Más de 80 mil solicitudes de este tipo que van desde cafeterías al ejercicio de algunos oficios -carpinteros, cerrajeros o relojeros- se tramitaron en menos de un mes. Más de la mitad de solicitudes fueron aprobadas o se encuentran en proceso.