Cubanos saborean acceso a hoteles


Unos estudiantes cubanos pasan frente al Hotel Habana Libre. El presidente Raúl Castro ha liberado el que turistas cubanos puedan hospedarse en hoteles.

Frente al hotel Melí­a-Cohí­ba de La Habana, Roberto González, un mecánico de 47 años, dijo estar complacido por el libre acceso al hospedaje en esas instalaciones que abrió ayer el Gobierno de Raúl Castro, pero admitió que pocos bolsillos en la isla pueden darse «ese lujo».


«Es una medida muy positiva, era absurdo que un cubano no pudiera hospedarse en un hotel de su paí­s», declaró González, quien ya hace planes para pasar cuatro dí­as en agosto con su familia en un hotel de Varadero, el principal polo turí­stico de la isla.

«Yo trabajo muy duro, pero gano mucho dinero (no reveló cuánto) y ahora podré permitirme ciertos lujitos, perfecto», añadió el mecánico, aunque lamentó que «muchos cubanos seguirán soñando con esa posibilidad», porque «sus salarios apenas les alcanzan para vivir».

En Cuba el salario promedio es de 408 pesos (17 dólares) mensuales, pero muchos nacionales tienen entradas complementarias y compran la divisa (CUC) en casas de cambios. Otros reciben estimulaciones de sus empresas, propinas en el caso del turismo o remesas de sus familiares en el exterior.

Aunque no ha sido informada por ningún medio de comunicación nacional, el levantamiento de la restricción sobre el libre hospedaje en hoteles y la renta de autos, ambas en divisas y reservadas hasta ahora a turistas extranjeros, se regó como pólvora entre los cubanos boca a boca, la llamada «Radio Bemba».

Muchos de ellos les dieron su aprobación, aunque conscientes de que no podrán disfrutar de esos servicios con sus deprimidos salarios.

«Dificilmente logre hacerlo, pero el hecho de que pueda cuando quiera me alegra. Pienso que esa y otras prohibiciones tení­an que haber sido retiradas hace mucho tiempo», dijo a la una nutricionista que prefirió no revelar su nombre y que como muchos cubanos se queja del bajo salario que percibe, unos 600 pesos (25 dólares) al mes.

«La próxima medida debí­a ser un alza de los salarios, el salario de los médicos no se corresponde con el trabajo que realizaos», añadió la mujer cincuentona.

El levantamiento de ambas restricciones fue constatado por un periodista en varios hoteles de La Habana, y confirmado por algunos de sus empleados y de la compañí­a Cubacar, encargada de la renta de autos.

«Cualquier cubano que llegue con sus CUC (pesos cubanos convertibles, 1.08 dólar), puede alquilar un carro, tenemos toda una flotilla», declaró Manuel Suárez, funcionario de Cubacar.

Una de las empleadas del hotel Riviera informó por su parte que dos cubanos, residentes en la isla, ya eran huéspedes de esa instalación, sin ofrecer detalles, ni revelar su identidad.

Los cubanos con divisas podí­an hasta ahora disfrutar de los servicios hoteleros, pero no hospedarse, medida que se justificó durante años por la escasez de habitaciones, y alegando que rompí­a con la igualdad social.

Al cierre de 2007, la isla disponí­a de casi 58.00 habitaciones, donde se hospedan 2,1 millones de personas. El turismo deja a Cuba 2.236 millones de dólares, según cifras oficiales.

«Eso es buení­simo, muchos cubanos estaban esperando esa medida, bueno entre otras, pero este tiene que ser poco a poco, nada cambia de la noche a la mañana», expresó Ania Villa, una estudiante de informática de 17 años.

Pero Margarita, su amiga, no comparte ese criterio: «En una sociedad donde todo está patas para arriba, seguro ahora van a disfrutar de los hoteles los que menos trabajan, los que viven del business (negocios ilí­citos)», dijo.