Activistas cubanos recordaron hoy la oferta del gobierno de La Habana de canjear a tres espías de la isla presos en Estados Unidos a cambio de un norteamericano encarcelado en Cuba, dos días después de que Washington anunciara un intercambio similar para liberar a uno de sus soldados en Afganistán.
«Hay poco que defender desde el punto de vista de los Estados Unidos para que no se produzca algo similar», dijo en La Habana Fernando González, uno de los llamados «cinco cubanos», respecto a la posibilidad de un canje de tres de sus antiguos compañeros por el norteamericano preso en Cuba Alan Gross.
González fue detenido en 1998 junto con otros cuatro cubanos como parte de una red de espionaje en Estados Unidos. Tres de sus compañeros siguen presos en el país norteamericano.
El gobierno de Raúl Castro ha ofrecido en varias ocasiones a Washington negociaciones sobre un posible canje de sus agentes por Gross, un cooperante estadounidense preso en Cuba desde 2009. Estados Unidos se niega a vincular ambos casos.
El sábado, el gobierno de Barack Obama anunció la liberación de un soldado secuestrado hace cinco años por los talibanes, y que era el único prisionero de guerra norteamericano en Afganistán. A cambio, Washington extraditó a cinco prisioneros de Guantánamo a Qatar.
«Este último acontecimiento (…) es una prueba de que lo único que falta es la voluntad política de Obama para resolver esta situación», aseguró González tras la liberación del soldado Bowe Bergdahl en Afganistán.
«Mi pregunta es ‘¿por qué no?’», insistió González en una conferencia de prensa en el Centro de Prensa Internacional del Ministerio de Exteriores cubano.
«Soy optimista», dijo sobre posibles negociaciones entre Washington y La Habana. Al mismo tiempo, González negó saber sobre posibles acercamientos. «No tengo conocimiento (de posibles conversaciones)», aseguró.
Fernando González regresó en febrero de este año a Cuba tras cumplir su condena en Estados Unidos. Otro de los «cinco», René González, ya está en Cuba desde mayo de 2013.
Los restantes tres (Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero) siguen presos en cárceles norteamericanas, uno de ellos condenado a doble cadena perpetua.
El caso de los «cinco» es uno de los que más lastra las difíciles relaciones entre Washington y La Habana. Cuba nombró a los cinco espías «héroes» tras su arresto en 1998 e impulsa frecuentes campañas internacionales para exigir su liberación. Fernando González presentó hoy una jornada «por los cinco» en Washington, que incluye una marcha ante la Casa Blanca el sábado 7 de junio.
Alan Gross, un contratista norteamericano de 65 años, fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana tras llevar a la isla sofisticados equipos de telecomunicación prohibidos por las autoridades. Un tribunal lo condenó después a 15 años de cárcel por acusaciones de fomentar «actos contra la integridad» del Estado.
Gross, que trabajaba como contratista de la agencia de desarrollo estadounidense USAID, niega los cargos y señala que los equipos estaban destinados a facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba.