Los meteorólogos cubanos pronosticaron que la próxima temporada de huracanes que comienza el 1 de junio para el Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México podría tener una actividad levemente inferior a lo normal.
«La causa principal radica en que los modelos para el pronóstico de ‘El Niño’ indican que se está generando un evento tal en el océano Pacífico oriental y que es probable que se desarrolle durante la temporada ciclónica», explicó en un artículo en el portal Cubabate José Rubiera uno de los directivos del Instituto de Meteorología de Cuba y vicepresidente del Comité de Huracanes de la Región.
El “Niño” es un fenómeno meteorológico cíclico por el cual se cambian los movimientos de las corrientes marinas y cuyas consecuencias son modificaciones en las temperaturas de los océanos.
Rubiera ofreció el pronóstico del Instituto de Meteorología de Cuba, uno de los más prestigiosos en la región y según el cual habría en este año nueve tormentas tropicales y ciclones, de los cuales cuatro serán huracanes y ninguno de gran intensidad. El promedio histórico sería de unos 12.
Sin embargo, el experto aclaró que estos pronósticos no sirven para saber todavía por donde pasarán puntualmente, y dado la distancia en el tiempo y las complejidades del fenómeno deben ser tomados con cautela.
Rubiera explicó por ejemplo que 1995 fue la segunda temporada ciclónica más activa del siglo XX –con 19 tormentas tropicales y huracanes– y sin embargo ninguno se acercó a Cuba; mientras que la de 1930 se consideró una de muy poca actividad, y solo se presentó un ciclón de máxima categoría –el «San Zenón», pero este alcanzó para destruir completamente de Santo Domingo en República Dominicana.
Paralelamente, las autoridades cubanas anunciaron que este fin de semana se realizará el anual «Ejercicio Meteoro» que todos los años pone en alerta a la Defensa Civil de la isla ante la eventualidad del paso de ciclones y tormentas de la temporada que se desarrolla entre el 1 de junio y el 30 de noviembre.
Simulacros, informaciones a la población, movilización de bomberos y otras como la recolección de desechos que tupen cañerías y tragantes o la planeación de lugares protección a la vida y los bienes materiales, buscan preparar a la población para el eventual paso de una tormenta tropical o ciclón de forma tal que las poblaciones vulnerables sepan qué hacer.
Según el funcionario, los pronósticos ofrecen, por lo general, la cantidad total esperada de ciclones tropicales con clasificación de tormenta tropical y huracán. «Una temporada activa es aquella que supera la suma de 10 tormentas tropicales más huracanes, la cifra promedio de muchos años. En cuanto a los huracanes, la cifra promedio es seis, mientras que la de huracanes de gran intensidad es dos», explicó.