Cuba autoriza créditos para no estatales


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El gobierno cubano autorizó la entrega de créditos bancarios a los pequeños emprendedores y trabajadores independientes y abrió la posibilidad de que éstos se conviertan en contratistas estatales regulando las formas de pago por sus servicios o bienes.

Por ANDREA RODRíGUEZ LA HABANA / Agencia AP

Ambas medidas y todo un conjunto de las regulaciones derivadas de ellas fueron publicadas el jueves por la Gaceta Oficial de Cuba y generan la posibilidad de que los pequeños empresarios hagan crecer sus negocios más allá de los lí­mites de la subsistencia.

Las resoluciones del Consejo de Estado –es decir, firmadas por el presidente Raúl Castro–, del Banco Central de Cuba y del Ministerio de Economí­a y Planificación entrarán en vigencia el 20 de diciembre y permitirán dar préstamos en pesos cubanos a personas naturales y obtener en garantí­a desde sueldos e ingresos hasta inmuebles.

Según el decreto rubricado por el mandatario, al calor de las medidas implementadas desde 2010 que flexibilizan el autoempleo y la producción campesina de privados se hizo «necesario diversificar la oferta de crédito por las instituciones financieras a las personas naturales».

Serán sujetos de préstamos los trabajadores por cuenta propia, los agricultores pequeños –con tierras propias o usufructuarios y que hasta ahora los recibí­an de manera limitada–, aquellos que deseen comprar materiales de construcción y los interesados en adquirir bienes personales.

La falta de una polí­tica crediticia era uno de los elementos más criticados por economistas y algunos pequeños empresarios que abrieron negocios luego de la actualización del modelo emprendido por Castro para racionalizar el Estado, eliminar subsidios y elevar la productividad.

Las flamantes normas establecen que los importes y plazos de amortización del crédito se acordarán entre la institución financiera y el solicitante, mientras que el Banco Central será el ente regulador de las tasas máximas y mí­nimas aplicables.

La principal fuente de amortización serán «los ingresos personales lí­citos que obtengan los sujetos de créditos», agregó el texto de la ley.

Sin embargo, la normativa permitirá constituir hipotecas como garantí­a, toda una novedad en el marco del modelo cubano que desde el triunfo de la revolución fue inflexible en el uso de la vivienda como seguridad de pago para evitar especulación con las propiedades.

Precisamente a comienzo de mes el gobierno autorizó la venta de casas entre particulares sin intervención estatal, un mercado cerrado por más de 50 años.

Las regulaciones establecen lí­mites para las hipotecas pues únicamente se implicará a las viviendas «destinadas al descanso o veraneo» y «solares yermos». Además éstas sólo «pueden constituirse a favor de las instituciones financieras» autorizadas por el Banco Central.

Paralelamente, y como parte del paquete de medidas, el Banco Central dio a conocer una reglamentación para que los trabajadores independientes o campesinos puedan cobrar por servicios o productos brindados a empresas o entidades estatales.

De esta manera los contratistas, pues las dependencias deberán acordar mediante convenios los servicios o bienes, recibirán el pago en pesos cubanos en una variedad de instrumentos que van desde el efectivo pasando por la transferencia bancaria hasta la carta de crédito y la letra de cambio.

La medida va en sintoní­a con otra anunciada a comienzos de semana por la cual los productores agrí­colas, cooperativistas o empresas agropecuarias podrí­an vender a los centros turí­sticos de manera directa sin intermediación estatal.