Cuatro regiones se enfrentan a Morales con gobiernos autónomos


Unos billetes de la supuesta nueva república de Santa Cruz, están anunciándose como medida de presión para la separación, mientras dos personas conversan en Santa Cruz, Bolivia.

Cuatro de las nueve regiones de Bolivia pondrán en marcha hoy un proceso de autonomí­as, otorgándose facultades ejecutivas y legislativas, mientras el presidente Evo Morales apura por su lado un proyecto de Constitución, resistida por la oposición, en medio de una gran polarización polí­tica.


La rica y agroindustrial Santa Cruz (este), la gasí­fera Tarija (sur), la ganadera Beni (noreste) y la forestal Pando (norte) -que concentran el 67% del Producto Interno Bruto (PIB) boliviano- presentarán sus respectivos estatutos autonómicos, primer eslabón del proceso autonómico.

Los cuatro departamentos, cuyos prefectos (gobernadores) y lí­deres civiles son recalcitrantes opositores a Morales, el primer indí­gena elegido presidente de Bolivia, pretenden alejarse del control administrativo y financiero que se ejerce desde La Paz, un paso que el gobierno socialista ha calificado como una acción «divisionista».

Los lí­deres civiles han convocado a concentraciones masivas en cada una de las cuatro capitales departamentales para aprobar los proyectos estatutarios para luego comenzar a trabajar en la organización de referendos locales para darle legitimidad a sus gobiernos autónomos.

Esos borradores de estatutos han sido redactados por comités regionales conformados por legisladores, miembros de la Asamblea Constituyente y dirigentes de organizaciones empresariales y vecinales, y fueron aprobados entre el jueves y ayer.

Los cuatro departamentos han acelerado sus propuestas de conformar gobiernos territoriales propios, tras la decisión del gobierno central de reducirles sus presupuestos anuales para financiar una renta de vejez y de aprobar una nueva Carta Magna en la Asamblea Constituyente sin consenso con la oposición.

«Estas propuestas autonómicas ni siquiera tienen corte federalista, tienen corte divisionista», afirmó el vicepresidente Alvaro Garcí­a, mientras que el presidente Morales ha señalado que buscan afectar la unidad de mando de instituciones centrales del Estado boliviano, como las Fuerzas Armadas y la Policí­a.

Juan Carlos Urenda, uno de los principales ideólogos autonomistas de Santa Cruz, ha reconocido que esta «es una autonomí­a radical más que federalista, ya que los sistemas federales son simétricos. Todas las provincias se convierten en estados federales. í‰ste es un proceso de autonomí­a radical y sui generis».

Mientras las cuatro regiones se aprestan a comenzar a caminar hacia sus gobiernos propios, Morales responderá hoy con una «fiesta popular» organizada en la plaza de Armas de la ciudad de La Paz, donde la directiva de la Asamblea Constituyente entregará el borrador de Carta Magna.

El viceministro de Cultura, Pablo Groux, informó que «los actos festivos se iniciarán con un desfile de los pueblos, organizaciones y movimientos sociales. Además, 36 etnias indí­genas marcharán junto a los efectivos de la Policí­a Nacional y las Fuerzas Armadas».

La directiva oficialista del foro deliberativo entregó en la ví­spera al vicepresidente y presidente del Congreso, Alvaro Garcia, el nuevo texto constitucional que, para entrar en vigencia, debe esperar dos referendos: uno para resolver las condiciones de propiedad sobre la tierra y otro para aprobar el texto global de la nueva ley fundamental.

Mientras regiones opositoras y gobierno festejarán por separado sus visiones de paí­s, la Iglesia Católica y organizaciones ciudadanas llamaron al diálogo para pacificar el paí­s.

El vocero presidencial, Alex Contreras, abrió en tanto la posibilidad de una intervención de los embajadores de la Unión Europea en condición de «veedores» ante un eventual diálogo con los prefectos de las regiones que quieren autonomí­a.

«Se han intercambiado criterios y la posibilidad de que ellos puedan ser veedores de un posible diálogo con los prefectos y el presidente Evo Morales», dijo Contreras en un contacto con la prensa local.

«Se han intercambiado criterios y la posibilidad de que ellos puedan ser veedores de un posible diálogo con los prefectos y el presidente Evo Morales.»

Alex Contreras

vocero presidencial