Cuatro personas murieron al estallar un coche cargado con explosivos en una garita de control cerca de la residencia de visitantes de las Naciones Unidas y la sede de una organización internacional no gubernamental en la madrugada de hoy, causando graves daños al edificio de la agencia de la ONU, dijeron funcionarios afganos.
Los pistoleros ingresaron raudamente al vecindario y tomaron control de por lo menos un edificio, y se enfrentaron a tiros con las fuerzas de seguridad, informó el jefe de Policía de Kandahar, el general Abdul Razzaq. El tiroteo duró más de dos horas hasta que los insurgentes fueron eliminados, inform{o la oficina del gobernador provincial.
La OTAN dijo que las tropas afganas «encabezaron la respuesta contra los atacantes» en la ciudad, un tradicional bastión talibán.
El ataque combinado con un ataque suicida es la segunda incursión de gran envergadura en tres días contra objetivos extranjeros o tropas de la OTAN en el país, y pone de manifiesto la capacidad de los insurgentes de continuar lanzando ataques pese a la campaña de la OTAN contra ellos por 10 años. La coalición encabezada por Estados Unidos entrega gradualmente las reponsabilidades de seguridad contra sus homólogos afganos y los planes para retirar a sus fuerza de combate para fines del 2014.
Inmediatamente después de las 06:15 de la mañana cuando se produjo una explosión suicida, dos atacantes llegaron al lugar y capturaron una clínica veterinaria cerca de la organización de Desarrollo de Socorro Internacional, dijo el portavoz Ghorzang. A continuación los insurgentes lograron ingresar a la oficina de la organización a través del edificio de la ONU, dijo Ghorzang.
Los talibanes se atribuyeron la responsabilidad del ataque. Su vocero Qari Yousef dijo que los insurgentes tenían como objetivo la residencia de invitados con la Misión de Asistencia de Naciones Unidas.
El jefe de policía de Kandahar, el general Abdul Razzaq dijo que las fuerzas afganas y de la OTAN sostuvieron un enfrentamiento armado con los insurgentes.
El ataque ocurrió en la capital provincial, Kandahar.
Los talibanes se atribuyeron la responsabilidad del ataque. Su vocero Qari Yousef dijo que los insurgentes tenían como objetivo la residencia de invitados con la Misión de Asistencia de Naciones Unidas.