Tres guardias que trabajan para las fuerzas de seguridad de la OTAN fueron abatidos el jueves y una bomba explotó al paso del vehículo de una compañía de construcción de carreteras india matando a un empleado afgano, señalaron fuentes oficiales.
Los ataques se produjeron en el este de Afganistán y dejan patentes los problemas de seguridad que subsisten en el país, que lucha por controlar a la creciente insurgencia siete años después de que la invasión liderada por Estados Unidos derrocara al régimen talibán.
Las autoridades no pudieron determinar quien disparó a los tres trabajadores de las fuerzas de la OTAN en la provincia oriental de Jost, indicó Kuchai Nasiri, portavoz del gobierno provincial, aunque otros ataques similares son generalmente atribuidos a los talibanes.
En la misma provincia, una bomba explotó el jueves al paso de un vehículo que se dirigía hacia una obra de construcción de una carretera financiada con fondos indios, informó el funcionario de policía Faiz Mohammad Sahu.
Un trabajador afgano murió y otro resultó herido, añadió.
El ministro de Interior anunció por separado que las fuerzas de seguridad también capturaron el miércoles a un posible kamikaze en un vehículo en Kabul con 170 kilos de explosivos, gas y gasolina.