Cuatro millones de personas continúan viviendo en alto riesgo en aproximadamente 570 asentamientos concentrados en el país, según balance aportado por Roly Escobar, del Movimiento Guatemalteco de Pobladores.
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Son escasos los centros de vivienda popular que cuentan con servicios básicos, mientras los políticos que gobiernan incumplieron el ofrecimiento que durante 2009 aprobarían la iniciativa de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Ley de Vivienda y crear así el ministerio respectivo para concentrar los recursos ahora dispersos en varias instituciones que no cumplen con dotar de vivienda básica a los necesitados, enfatizó Escobar.
Asentamientos como Balcones de Palín, Escuintla, desde el terremoto de 1976 continúan hacinados en terrenos sin urbanización, sin drenajes y el agua entubada que utilizan las familias es sólo eso, porque no es potable y es un atentado para la salud colectiva. Otros asentamientos están en Villa Nueva, Santa faz, zona 6 de la capital y otros, se informó.