La posibilidad de que un joven latinoamericano muera víctima de homicidio es treinta veces mayor que para un europeo, revela el estudio «Mapa de la Violencia, los jóvenes de América Latina 2008», divulgado en Brasilia.
Los países líderes en homicidios de jóvenes (de 15 a 24 años) en América Latina son El Salvador (92,3 por cada 100.000), Colombia (73,4), Venezuela (64,2), Guatemala (55,4) y Brasil (51,6). En Estados Unidos esa tasa es de 12,9, en Sudáfrica 16,6, mientras Holanda tiene 2,4 y España 1,1.
En todos esos países, las tasas de homicidios para toda la población son prácticamente la mitad que para los jóvenes, lo que revela un alto grado de «victimización de la juventud en América Latina», según el estudio realizado por la Red de Información Tecnológica Latinoamericana (RITLA), que utilizó datos del sistema de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta 2005.
No es la pobreza, sino la concentración de renta y la exclusión social «la principal fuente que determina los niveles de violencia homicida», concluye.
América Latina también se «destaca por sus elevados índices de mortalidad por armas de fuego» que en el caso de los jóvenes duplica la de América del Norte y es cuarenta veces mayor que la de Europa.
Las mayores tasas de muerte por arma de fuego entre los jóvenes son las de Colombia (104,7 por 100.000), Venezuela (80,6) y El Salvador (78,1).
«Por cada joven que muere víctima de arma de fuego en Alemania, España, Japón, Hungría o Polonia, mueren más de cien por igual motivo en Venezuela, Colombia o El Salvador», señala el documento divulgado la tarde del martes en el ministerio de Justicia brasileño.
Una tendencia que señala el estudio es que la violencia homicida mejoró levemente en países de gran incidencia como Colombia y Brasil, mientras que los índices de El Salvador, Guatemala y Nicaragua crecen de forma drástica.
«El crecimiento de los índices de América Central demuestra que países de la región ultrapasan los niveles de violencia homicida tanto de Brasil como de Colombia», concluye, en base a datos más recientes, aunque provisionales.