Cuando uno lee comentarios sobre la situación de Honduras que están razonados y fundamentados en el sistema legal de ese país, llama la atención que no son rebatidos, sino que lo que hacen es salirse por la tangente y empezar a hacer acusaciones, siendo que hasta ejercitan una especie de campaña psicológica para hacer creer que el régimen que ocupa el poder tambalea, o que un grupo de militares apoya a Zelaya, que puede ser cierto, sin pasar de 20 que eran sus ayudantes.
Por otra parte los partidarios del régimen que según dicen los izquierdistas, tambalea, tiran sus dardos asegurando que la carta principal de Shannon, para obligar a Zelaya a firmar el acuerdo, fue la amenaza y que más parece una campaña negra o un chantaje y es la aseveración de que Shannon le dijo que si no firmaba el acuerdo, su hijo Héctor iba a ser acusado de narcotraficante.
Por lo menos yo no creo que lo de la amenaza de procesar al hijo sea cierto, ni que en realidad sea narcotraficante, pero hay quienes dicen que si eso no fuera cierto, que sólo que Zelaya estuviera loco o fuera tarado, hubiera aceptado que sus delegados firmaran el acuerdo de la forma como estaba redactado, pero eso es algo que había que probarlo, no lo de tarado sino lo de narcotraficante.
Según lo poco que me enseñaron a leer en la escuela sin retorcer lo que en realidad dice lo escrito es que con ese tratado no se llega a ninguna parte, pues en él se establece que no habrá amnistía; al no haber amnistía y si el Congreso reinstala a Zelaya, inmediatamente que salga de la embajada sería capturado pues la orden de captura sigue vigente y volvemos a lo mismo.
Con este acuerdo los lacayos de Petrocaribe que tienen 20 votos en la OEA, más los que tienen la esperanza que de ahora en adelante ser presidente sea equivalente a hacer lo que le venga en gana, más otros que van donde va Vicente, se sienten defraudados porque no han podido complacer a su benefactor unos y los otros, por miedo que a los gobiernos ladrones les llegue su sábado, como reza el refrán que le llega a todos los coches.
En estos momentos los diputados al Congreso de Honduras están con sus antenas captando para dónde soplan las corrientes del voto, y eso será lo que va a decidir si se reúnen y por qué van a votar, pues si votar por Zelaya representa más votos podríamos verlo sentado a la diestra de Chávez, pero si creen que la opinión es que Zelaya se quede afuera, así lo harán o ni siquiera se reunirán.
Eso de cuantos manifiesten o cuantos hagan bochinches no les interesa, lo que les interesa es cuántos votan y por quién, así que según parece, la reinstalación puede darse o no darse, y si se da, se ejecuta siempre y cuando este logre negociar una amnistía.