Actualmente se calcula que en el planeta se hablan entre 3,000 y 5,000 lenguas, de las cuales sólo 600 cuentan con más de 100,000 hablantes, cifra que se considera mí­nima para garantizar su supervivencia a mediano plazo.

Entre las más extendidas están el chino mandarí­n, usado por 900 millones de personas; el inglés, por 470; y el hindi, por 420; el español, por 360, y el ruso por casi 300 millones.

La geografí­a también importa, pues el continente asiático concentra 32% de las lenguas existentes, América 15% ?entre ellas el quiché, el menomimi, el iowa y el guaraní­?, y en Europa y el Oriente Medio sólo 4%.

Se estima que en ífrica se hablan 1,500 lenguas diferentes. Hay casos singulares, como el Camerún, un paí­s con 12 millones de habitantes en el que se utilizan 270 idiomas, y en un Nigeria se han registrado unos 450.

Un caso peculiar es el de Papúa Nueva Guinea, cuyos habitantes se comunican en 850 lenguas diferentes.

Entre las que están por extinguirse ?casi 90% de las existentes? figuran el cayapa, que emplean solo 5,000 seres humanos en Ecuador, el walmajar, utilizado por sólo 1,000 personas, el zuñi en Norteamérica, 6,000 usuarios. Pero hay casos más graves, como el miwok, un idioma indio hablado sólo por 4 individuos, el yindy, en Australia, con poco más de 12 habitantes, o el kamas, una lengua que se hablaba en los Montes Urales y se da prácticamente por desaparecida, porque es probable que la última persona que lo dominaba haya muerto; el más reciente registro fue cuando cumplió 92 años, en 1987.