Cuando la víctima es un menor


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En un interesante reportaje de este vespertino, en su edición del día de ayer, se toca un tema sumamente importante alrededor de la actuación de la sociedad y el Estado en relación a prevenir la violencia en contra de menores de edad, situación que lamentablemente se ha convertido en otra de las noticias comunes en nuestro país.

Juan Antonio Mazariegos G.


Como bien lo describe el autor, existen autoridades, procesos y sentencias que persiguen, promueven y condenan a infractores que en la mayoría de los casos son culpables de asesinatos, violaciones o vejámenes de tal magnitud que conllevaron la muerte, violación o maltrato del menor que por la crudeza de los hechos o sus irrevocables resultados se hicieron públicos ya cuando el daño estaba realizado. Cabe preguntarse entonces cuántos casos más aún se conservan en el anonimato, cuántas víctimas están esperando morir o sufrir daños irreversibles para que su caso salga de esa cortina de impunidad  que cubre a la mayoría de los hogares y se haga pública su situación. Sin duda la labor de prevención del Estado debe de incrementarse, vivimos en una sociedad conflictiva en donde los que son víctimas en la calle se transforman en victimarios de los más inocentes, aquellos que están a su guarda y custodia porque son sus padres, tíos o personas en quien alguien más confió para que los menores fueran resguardados cuando en realidad  fueron llevados a la boca del lobo. Es indispensable iniciar una campaña de concientización para que las personas denunciemos,  estemos alertas cuando observamos algo que puede resultar un comportamiento sospechoso de agresiones en contra de menores, es indispensable también que se coordinen y ejecuten  campañas para mejorar la educación sexual y el control de natalidad, no es posible que pensemos que niños que vienen al mundo ya predestinados a carecer de lo más elemental para su desarrollo no se vayan a encontrar también, a la par de sus carencias con personas que desembocan sus frustraciones o iras en contra de quien es más débil y en consecuencia estos menores vienen al mundo a estar expuestos a situaciones de violencia en su contra.

La importancia de la niñez para un pueblo es invaluable, los niños son el futuro de un país, lo que hagamos con ellos o lo que les hagamos a ellos no se quedará allí, ellos lo aprenden todo y lo copian todo, estamos permitiendo en consecuencia que una sociedad violenta, multiplique exponencialmente esa violencia en la medida que se propaga por las víctimas y éstas llegado su momento se pueden transformar en abusadores de otros menores o de la misma sociedad. De conformidad con nuestra Constitución el Estado se organiza para la protección de la persona y la familia, en consecuencia la no ejecución de programas que prevengan la violencia en contra de la parte más débil de la familia, constituye una violación a un principio constitucional. Los niños deben ser protegidos mucho antes de que se conviertan en la macabra víctima de una sentencia judicial.