Cuando cantar el himno y llevar la antorcha no es suficiente


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En septiembre, con los festejos por el aniversario de la Independencia, aumentan las expresiones de amor por Guatemala, pero éstas –aunque son importantes– no son suficientes para construir un mejor país; cinco guatemaltecos exponen, desde su perspectiva, cómo todos pueden ser parte del cambio social para contribuir al desarrollo de Guatemala.

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POR EDER JUÁREZ
ejuarez@lahora.com.gt

RESPONSABILIDAD
Jorge Mario García Laguardia, expresidente de la Corte de Constitucionalidad, exprocurador de los Derechos Humanos e historiador guatemalteco, encontró en las instituciones públicas un medio para servir durante muchos años al país que lo vio nacer.

Ahora, en situación de retiro, está consciente que todavía hay mucho trabajo por hacer para contribuir a la democracia y la institucionalidad, pero advierte que para cumplir con ese objetivo los ciudadanos no necesariamente requieren de una posición pública.

García Laguardia destaca la “responsabilidad” y la “equidad” como valores fundamentales que deben ponerse en práctica para que los guatemaltecos contribuyan a su país desde su propia perspectiva, con sus propias convicciones y con los medios a su alcance.

Exigir que las autoridades y las instituciones cumplan con sus obligaciones implica también ser responsable y colaborar, por ejemplo, con el pago de impuestos y el trabajo cívico que se demande de los ciudadanos en defensa de los intereses del Estado.

La persona responsable que es honorable y que cumple con sus obligaciones es importante para edificar un país equitativo, en el que todos cooperan cumpliendo y exigiendo sus derechos, expone.

Pero señala además que Guatemala demanda un esfuerzo descomunal de la población si se “quiere salir adelante”. “Lo que le falta a nuestro país para ser equitativo es una gran revolución… así de sencillo”, asegura García Laguardia.

El interés y el esfuerzo por cambiar al país son muy importantes, pero mientras no se modifique la estructura de Guatemala y vivamos en un país totalmente desigual y envuelto en una corrupción sin límites, no se logrará absolutamente nada, vaticina.

En la situación actual “es muy difícil exigir a los habitantes de un país que cumplan con sus obligaciones”, por lo que destaca la importancia de modificar las estructuras de la sociedad para sustituirlas por un sistema de justicia social.

La responsabilidad de ese cambio recae sobre los ciudadanos, puntualiza.

ACCIÓN
El “cambio estructural” al que se refiere el exprocurador implica la participación activa de la ciudadanía, pues está comprobado que los discursos y las ideologías, por sí solos, no garantizan una mejora para la sociedad.

En ese sentido, el activista Yuri Melini, director del Centro de Acción Legal, Ambiental y Social, señala que la primera acción para promover el desarrollo de Guatemala radica en el ejercicio de la ciudadanía a través de la participación, y especialmente la fundamentada en la protección del ambiente, que se constituye como el entorno de la sociedad y un pilar para el desarrollo.

Específicamente en el ambientalismo, indica que se debe trabajar por un modelo de desarrollo económico sostenible, tomando conciencia del derecho de las personas a gozar de un ambiente sano, así como el acceso a la salud y el agua. “El desarrollo es el uso sostenible y responsable de los bienes naturales para esta generación, pero sobre todo procurando que las generaciones que no han nacido aspiren a la calidad de vida que nosotros y nuestros abuelos han tenido”, explica.

Pero en términos generales, Melini señala que la participación es un tema que tiene que ver con la voluntad y el involucramiento de los ciudadanos en todos los problemas sociales, por lo que debe comprenderse desde las prácticas individuales y hasta las causas colectivas.

En la participación primero es importante tomar conciencia de los principales temas de interés social –tanto ambientales como de otra índole– informarse y capacitarse para realizar aportes de relevancia social. No se trata de ser un activista más sino de dejar algo para los demás como resultado del trabajo propio.

En la ecología, la protección de los derechos humanos, la formación cívica, la educación rural o cualquier otra causa y la participación activa de los ciudadanos pueden marcar la diferencia.

Melini destaca que la acción ciudadana es primordial para fortalecer la democracia, pero también está consciente que el papel del Gobierno es decisivo, por lo que vigilar el trabajo de las autoridades es determinante.

FISCALIZACIÓN
Para el diputado Amílcar Pop, presidente de la Comisión por la Transparencia del Congreso, existen tres grandes “dimensiones” para la participación ciudadana en el ámbito de la fiscalización: el desarrollo, el control ciudadano y la auditoría social.

Primero, dice que existen espacios de integración social y vigilancia del manejo de los recursos, como los consejos de desarrollo  –en todos los niveles– y las distintas expresiones de la organización social; el fortalecimiento de estas expresiones genera una permanente auditoría social y fiscalización ciudadana sobre el manejo de los recursos y el desarrollo de los planes de gobierno puestos en marcha por las autoridades.

En el segundo término se clasifica la fiscalización inmediata y directa a los funcionarios, lo cual se logra a partir de la evaluación de las instituciones y de la administración de la cosa pública; se cuenta con instituciones, como la Procuraduría de Derechos Humanos, en la cual se pueden exponer las demandas sociales cuando se considera la violación de un derecho fundamental.

“Se tienen los instrumentos, como la Ley de Acceso a la Información Pública, y la misma Constitución, para poder efectuar en un proceso de fiscalización”, manifiesta Pop.

En tercer lugar se ubica el control del Estado a partir de la petición ciudadana; cuando se observan violaciones a la ley la denuncia ciudadana es importante para establecer “sanciones, no solo administrativas sino penales contra los funcionarios corruptos o quienes incumplen su labor.

A criterio del legislador, esas tres grandes dimensiones generan la posibilidad de un impulso al desarrollo: “Eso nos crea la posibilidad de la aplicación de la ley como se concibe”, porque la ciudadanía presiona y exige a las autoridades que cumplan con sus obligaciones.

Pero además permite la posibilidad que un funcionario probo trabaje en cumplimiento de sus obligaciones con un acompañamiento de la sociedad civil organizada, lo cual  es una forma de impulso al desarrollo “viable” para el país.

HONESTIDAD
De acuerdo con la Real Academia Española, la honestidad es la cualidad humana de la persona, de ser decente, recatado, razonable y honrado, lo cual le ayudará a elegir y actuar siempre con base en la verdad y la auténtica justicia.

Carlos Molina Mencos, un destacado abogado constitucionalista y reconocido por su integridad,  señala que en principio la honestidad se debe basar en la fidelidad a los valores y “no cambiando de acuerdo a las circunstancias” o a los sucesos inmediatos que enfrentan las personas en su diario vivir.

Según el jurista, los guatemaltecos tienen que estar convencidos “con su verdad”, aplicándola en cada momento y pensando primordialmente en su patria, en sus compatriotas y por último en sus intereses particulares.

Molina Mencos expresa que la honestidad debe ser aplicada en todo ámbito y entre todos los grupos sociales: Desde el trabajador más humilde hasta el profesional o funcionario más reconocido, pues solo de esa forma se puede garantizar un mejor país para todos.

Es un valor que se inculca en la familia y se sigue consolidando en la escuela, pero se debe aplicar en todos los ámbitos de la vida diaria para que de verdad tenga sentido y defina un buen rumbo para la sociedad, especifica.

Según el profesional, para que este valor tenga incidencia en la sociedad es necesario que se promueva desde la Iglesia y la familia, pero sobre todo que sea efectivo en cuestiones decisivas, de manera que contribuya al desarrollo del país y al fortalecimiento de la institucionalidad.

“Todo mundo debe de ser honesto; lo contrario, es decir la deshonestidad, es un cáncer”, explica Molina Mencos.

Asegura Molina Mencos que una persona honesta debe basarse principalmente en el “temor a Dios” y el respeto al prójimo,  ya que de esa manera se limitará el individuo a hacer el bien asumiendo con franqueza  y responsabilidad el deber de hacer las cosas bien, no solo desde el punto de vista individual sino del colectivo.

RESPETO
El respeto es la consideración, atención o adhesión que se debe hacia otra persona o colectivo; es el sentimiento que lleva a conocer los derechos y la dignidad de los otros. Es un valor que se vive en cada instante e inicia por la consideración que se tiene por sí mismo.

Este valor puede ser la clave para unificar a un país integrado por 22 diferentes comunidades étnicas y además, ideológicamente dividido por los resabios de la Guerra Fría, que derivó en un conflicto armado interno de más de 36 años de duración. 

Según José Pinzón, de la Central General de Trabajadores de Guatemala (CGTG), para que el respeto sea un valor practicado en la sociedad, es necesario un proceso de concientización ciudadana referente a la identidad de los pueblos y la importancia de la cohesión social.

 Es necesario ejercer los liderazgos en los ámbitos nacional y local con ética, es decir, considerando las necesidades de todos los grupos e incluyendo los intereses de todos en una sola agenda de nación.

Pinzón explica que el respeto se basa en el cumplimiento de los derechos y las obligaciones ciudadanas, pero se debe iniciar individualmente respetándose así mismo, ya que si no se logra ese respeto es imposible tenerlo por el prójimo.

“Si la justicia no entra en uno, menos podrá haber justicia para los demás”.

Además asegura que se debe de reorientar y reestructurar a la familia, ya que la desintegración familiar provoca un irrespeto total al orden establecido; esto no significa aceptar las cosas “tal y como están”, pero sí reconocer los procedimientos y las reglas de convivencia social para consolidar el cambio social.

Según el dirigente sindical, para llegar a un punto de orden legal y de respeto a los derechos fundamentales, también es necesario conocer la materia en profundidad, por lo que es necesario incluir estos valores en los sistemas de enseñanza en todo el país.

“La integración es un proceso que no se alcanza de la noche a la mañana, pero que el ciudadano debe conocer para poder respetar”, advierte.

“La integración es un proceso que no se alcanza de la noche a la mañana, pero que el ciudadano debe conocer para poder respetar”.
José Pinzón

“Lo que le falta a nuestro país para ser equitativo es una gran revolución… así de sencillo”.
Jorge Mario García Laguardia

“El desarrollo es el uso sostenible y responsable de los bienes naturales para esta generación”.
Yuri Melini

“Se tienen los instrumentos, como la Ley de Acceso a la Información Pública, y la misma Constitución, para poder efectuar en un proceso de fiscalización”.
Amílcar Pop