Ctenóforos ofrecen otra percepción de evolución


ciencia_2

Criaturas marítimas exóticas llamadas ctenóforos podrían replantear la manera en que los científicos perciben la evolución temprana, dado que sus genes sugieren que la naturaleza generó más de una manera de formar un sistema nervioso.

Por LAURAN NEERGAARD WASHINGTON / Agencia AP

Estos bellos pero poco conocidos animales translúcidos son frecuentemente llamados «extraterrestres del mar» por una buena razón. De alguna forma, regeneran rápidamente extremidades perdidas. Algunos incluso pueden crear de nuevo un cerebro muy rudimentario.

Ahora, en un vistazo detallado a los genes de diez especies de ctenóforos, los investigadores reportan que estas criaturas misteriosas desarrollaron un sistema nervioso único de manera completamente diferente que el resto del reino animal.

En otras palabras, el sistema nervioso se desarrolló más de una vez, un descubrimiento publicado el miércoles por la revista Nature que desafía las teorías por mucho tiempo vigentes sobre el desarrollo animal.

«Este documento demuestra, con bases genómicas, que son verdaderamente extraterrestres», dijo Leonid Moroz, neurobiólogo de la Universidad de Florida, cuyo grupo pasó siete años desentrañando la genética detrás de la programación neural de los ctenóforos.

Pero el hallazgo no sólo es sobre historia evolutiva. Los ctenóforos crean un sistema nervioso usando básicamente su propio lenguaje biológico, explicó Moroz. Eso apunta hacia nuevas maneras de investigar enfermedades cerebrales como el Alzheimer o el mal de Parkinson -quizá incluso, algún día, la capacidad de organizar nuevas neuronas, dijo Moroz.

Ellos «nos abren ventanas totalmente inesperadas», indicó.

Moroz explora algunas de esas ventanas usando un laboratorio flotante único que permite sofisticadas secuencias genómicas en el mar. En una prueba realizada cerca de la cosa de Florida a inicios de este año, The Associated Press documentó la manera en que este equipo indaga cuáles genes se encienden y apagan mientras los ctenóforos iridiscentes de regeneran de una lesión.

«Ellos presentan información que resulta muy poderosa», dijo el biólogo Antonis Rokas de la Universidad de Vanderbilt, que no formó parte del nuevo estudio.

«Es casi como si la evolución nos haya dado dos diferentes esquemas para construir una estructura que es muy importante», dijo. «Si la meta es crear un sistema nervioso, no importa qué partes se encuentran de cierta manera. Uno potencialmente podría mezclar e combinar. Mientras más partes se tengan, más soluciones habrá».