El Programa Nacional de Resarcimiento busca dignificar la memoria de las ví­ctimas del conflicto armado interno y a su vez reparar materialmente a los afectados.

Casi cuatro años han transcurrido desde que la Comisión Nacional de Resarcimiento fuera juramentada por el presidente í“scar Berger, mismo tiempo que según activistas sociales el proceso de reparación de ví­ctimas lleva sin lograr avances significativos.

Como lamentable califica Mario Polanco del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) la atención que el actual Gobierno ha dado al tema de resarcimiento. Los fondos puestos a disposición de PNR se han ejecutado deficientemente, y el activista sostiene que, de acuerdo a estimaciones que han realizado en los cuatro años de gestión, el programa ha ejecutado alrededor de Q100 millones de un monto total de mil millones.

Por su parte, Ruth del Valle, del Movimiento Nacional de Defensores de Derechos Humanos, sostiene que el haber depositado el manejo de los recursos en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), hace que no pueda fiscalizarse la forma en que ejecutan los fondos.

Polanco subraya además que se ha antepuesto el pago a los ex Patrulleros de Defensa Civil en contraparte de la reivindicación de las ví­ctimas.

Uno de los mayores problemas es también que el resarcimiento no ha sido integral, el cual se ha limitado a la entrega de cheques e indemnizaciones económicas que en nada resuelven el problema de fondo, el cual deja a un lado la atención integral y recuperación de la dignidad de las personas que sufrieron la guerra, apunta Del Valle. Se debe retomar los objetivos desde el espí­ritu inicial, el cual incluya la consulta a las ví­ctimas, concluyó.