El ministro alemán del Interior, Thomas de Maizií¨re, denunció hoy el alarmismo de algunos países, como Estados Unidos o Gran Bretaña, por su forma de avisar sobre posibles atentados, al considerar que hace el juego de los «terroristas».
«Tomamos todo esto muy en serio. Pero la manera de presentarlo en la plaza pública es algo que los terroristas también utilizan, precisamente porque quiere propagar el terror. Nosotros trabajamos mucho y hablamos poco», declaró de Maiziére a la radio Deutschlandfunk.
«La seguridad y el combate contra el peligro que corre la población tienen prioridad sobre declaraciones públicas y sobre la cuestión de saber qué postura se adopta públicamente», agregó de Maizií¨re.
El ministro reafirmó que «no hay índice concreto de un proyecto de atentado inminente» en Alemania, a pesar de las advertencias para Europa lanzadas por Washington, Londres, Tokio y Estocolmo.
«La evaluación de los riesgos es diferente entre Estados Unidos y Europa, está en relación a los efectos diferentes del 11 de septiembre», declaró a la AFP Ingo Peters, experto en relaciones internacionales y de seguridad.
«El alarmismo es mayor en Estados Unidos que en Europa» pues «el traumatismo de la sociedad estadounidense» es mayor.
Por otra parte, según él, los responsables estadounidenses se dirigen a su opinión pública.
Sin embargo, Alemania no niega en si el riesgo terrorista en su territorio: Berlín repite desde 2009 que Alemania es al mismo tiempo tierra privilegiada de reclutamiento por los grupos terroristas y un objetivo el primer orden, «en la mira de Al Qaida».
Las autoridades alemanas permanecen en alerta y dan curso a «numerosos» indicios, «emanando también de fuentes independientes», de actividades terroristas en la frontera afgano-paquistaní «o de proyectos que conciernen a Alemania», dijo el ministro del Interior.
Varios proyectos terroristas de gran envergadura han fracasado en los últimos años en Alemania. Que se tratara de bombas escondidas en valijas y que debían estallar en trenes (2006) o el desmantelamiento de una célula que preparaba atentados contra intereses estadounidenses (2007).
Cientos de islamistas son vigilados estrechamente por los servicios secretos internos, de los cuales 65 a 70 han seguido formación paramilitar en el extranjero.
Ya el lunes, de Maiziére había considerado «por el momento no necesario el informar a las opinión» de las medidas de seguridad «internas» adoptadas para enfrentar el peligro.
Actualmente, varios casos de terrorismo implicando a Estados Unidos provocan malestar en Alemania, como el anuncio por las fuerzas paquistaníes sobre cinco islamistas alemanes muertos por un avión teleguiado estadounidense en Pakistán.
El ministerio de Relaciones Exteriores afirmaba el martes a la AFP solo tener «informaciones no fiables».
El miércoles, de Maiziére se declaró «asombrado» que documentos de identidad de los islamistas muertos hayan sido ubicados en circunstancias que este ataque «se supone fue efectuado en una zona inaccesible por drones sin piloto».
Si bien Alemania muestra su «excelente cooperación» con los servicios secretos extranjeros, hay todavía un caso que pesa en sus contactos con Washington: el de un islamista alemán encarcelado desde mediados de este año en la base de Bagram en Afganistán.
El hombre habría entregado varias informaciones sobre proyectos potenciales de atentados que alertaron a los estadounidenses.
Pero Berlín, a pesar sus «esfuerzos ante las fuerzas estadounidenses», según el ministerio de Exteriores, aún no ha podido interrogarlo.
El riesgo de que Europa sea blanco de atentados en su territorio es «real», estimó el miércoles el coordinador de la lucha contra el terrorismo de la Unión Europea (UE), Gilles de Kerchove.
«Es real. Creo que las autoridades públicas no aterrorizarían a la población si no tuvieran nada con que apoyar» sus advertencias de una amenaza de atentados, lanzadas en estos últimos días principalmente por Washington, Londres, y Tokio, afirmó Kerchove a la cadena de televisión oficial de la UE.
El coordinador explicó que es un riesgo que se inscribe en un «contexto general», que «no ha disminuido recientemente», porque la red Al Qaida «mantiene la intención de cometer atentados de gran envergadura».
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Japón y Suecia advirtieron en los últimos días sobre riesgos de atentados en Europa.
Por su parte, Alemania criticó esa comunicación alarmista que, según el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizií¨re, hace el juego de los terroristas.
Para Kerchove, el peligro se explica más que nunca por la «presión que se acentúa contra el núcleo de Al Qaida en Afganistán y Pakistán» con operaciones militares especiales de Estados Unidos.
Pero «al lado de Al Qaida existe una proliferación de grupos aliados, como Al Qaida en la península arábiga, los shebab de Somali, Al Qaida en el Magreb Islámico y otros grupos que no pertenecen a Al Qaida», agregó Kerchove.
También hay «europeos o estadounidenses, nacidos en Europa o formados en Europa, que buscan sumarse a la yihad (guerra santa) o a zonas calientes en Somalia, Yemen, Afganistán o Pakistán», destacó Kerchove.
También constituyen un peligro personas «completamente deconectada» de las redes terroristas, tipo «lobo solitario, radicalizado en internet y que quiere hacer algo», explicó Kerchove.