Peritos en transparencia y corrupción opinan que el traslado del programa “Mi Bono Seguro” al fideicomiso que forma el nuevo Fondo de Desarrollo Social, es una promesa más que no cumple el gobierno ya que se había prometido institucionalizar los programas sociales.
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El “Bono Seguro” es parte de las transferencias condicionadas de los programas sociales que antes estaban comprendidas dentro del fideicomiso de Mi Familia Progresa. Ahora, luego de haber creado el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), el gobierno decidió trasladar el programa a otro fideicomiso, los cuales han sido cuestionados por su opacidad y las dificultades que la Contraloría General de Cuentas enfrenta al fiscalizarlos.
Ricardo Barrientos, economista de Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, (Icefi) indicó que “pinta muy mal” el traslado de dicho programa social a un fideicomiso.
Barrientos agregó que esto es debido a que dentro de un fideicomiso no se podría exigir rendición de cuentas, porque la administración queda a cargo del banco fiduciario y sin una ley que permita el acceso a las cuentas bancarias el ejercicio de fiscalización se hace imposible.
Por aparte, Marvin Flores, de Acción Ciudadana, añade que dentro de un fideicomiso no se podrían transparentar los movimientos bancarios, para verificar si es verdad que el dinero fue otorgado a las familias y que estas hicieron efectivo el bono; en el nuevo Fondo de Desarrollo Social sólo quedaría confiar en la lista de beneficiarios del Bono Seguro, explicó Flores.
El analista de Acción Ciudadana dijo que el traslado de “Mi Bono Seguro” a un fideicomiso, deja de nuevo en evidencia las contradicciones del actual gobierno, pues la vicepresidenta Roxana Baldetti, fue muy dura en criticar al gobierno del expresidente Álvaro Colom por crear un fideicomiso para los programas sociales.