La «diplomacia nuclear» del presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, fue criticada hoy en la prensa por ex funcionarios del gobierno que advierten sobre el riesgo de sanciones aún más duras del Consejo de Seguridad de la ONU.
«Desde hace un año un nuevo gobierno está en el poder, y se adoptaron sanciones y resoluciones contra Irán», subrayó hoy en la prensa Mohammad Hachemi, hermano del ex presidente Akbar Hachemi Rafsandjani, partidario de una línea más moderada en materia nuclear.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el 23 de diciembre por unanimidad de sus 15 miembros una resolución que impone sanciones a Irán por negarse a suspender su programa nuclear, a lo que Teherán respondió que continuará con su proyecto.
Hossein Mussavian, ex miembro del equipo de negociadores en el caso nuclear dirigido por el moderado Hassan Rohani, abogó por una política de «flexibilidad, prudencia, paciencia», en particular para «crear confianza, responder a las cuestiones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica y negociar».
La solución, según Hachemi, pasa por un cambio en la Administración. «Para salvar al país de la crisis» habría que «recurrir a gente competente y moderada».
Un antiguo alto diplomático iraní, Ali Joram, también lamentó en la prensa que la resolución del Consejo ponga a Irán «al mismo rango que Corea del Norte, que posee la bomba atómica».
Pero mientras Hachemi predijo que «la próxima etapa será la adopción de sanciones financieras y comerciales», Joram estimó que «los miembros del Consejo de Seguridad no necesitarán una nueva resolución para acentuar la presión sobre Irán».
Estados Unidos anunció su intención de aumentar la presión económica sobre Teherán tratando de convencer a las grandes potencias de que reduzcan su comercio con Irán.
Esta política parece que empieza a tener efecto, en particular en el sector del petróleo, ya que algunos responsables iraníes se quejaron recientemente de que grandes establecimientos bancarios extranjeros se negaran a financiar proyectos de desarrollo.
Joram también advirtió contra las consecuencias de una ruptura de la colaboración con la AIEA, después de que el Parlamento iraní votara ayer una ley para que el gobierno «acelere el programa nuclear y revise la cooperación» con la Agencia.