La Unión Europea (UE) se declaró hoy «preocupada» después de que la OSCE estimara no democráticas las elecciones del domingo en Bielorrusia, una constatación que complica el posible levantamiento de sanciones europeas a ese país impulsado, entre otros, por Lituania y Polonia.
Las conclusiones de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) «preocupan al presidente del Consejo de la Unión Europea, que insta a las autoridades bielorrusas a continuar sus esfuerzos para conformarse a los estándares democráticos internacionales», subrayó la presidencia francesa de la UE en un comunicado.
En su comunicado, la presidencia francesa exhortó además a Bielorrusia a «cooperar plenamente» con la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (BIDDH) de la OSCE.
La OSCE afirmó el lunes que las elecciones legislativas celebradas el domingo en Bielorrusia, en las que la oposición no obtuvo ni un solo escaño, no se desarrollaron conforme a criterios democráticos.
En la misma sintonía, Estados Unidos consideró de su lado que los comicios parlamentarios en Bielorrusia «no alcanzaron los estándares internacionales».
Occidente había convertido estas elecciones en un examen de cara a un eventual acercamiento a esta ex república soviética, vecina de Lituania y Polonia en el seno de la UE y a menudo calificada de «última dictadura de Europa».
Los países de la UE, en particular, analizan un levantamiento de las sanciones y una posible reanudación de la ayuda europea para un «reforzamiento de la democracia en Bielorrusia».
En ese marco, y a pesar de las críticas, la UE destacó sin embargo «los hechos positivos que precedieron los comicios, en particular la liberación de los últimos prisioneros políticos y la invitación enviada a la OSCE para observar las elecciones legislativas».
Polonia es la que más milita dentro de la UE, junto con los países bálticos, por un acercamiento al régimen del presidente bielorruso, Alexandre Lukachenko, en el contexto actual de la crisis en Georgia.
Sin responder directamente a las acusaciones sobre el desarrollo de los comicios, Lukachenko afirmó el martes que esperaba que la UE levantase las sanciones contra su país y advirtió que, de todos modos, no aceptaría mejorar sus relaciones con el bloque en detrimento de Rusia.
«Bielorrusia espera de Europa el levantamiento de todas las sanciones en su contra», declaró Lukachenko durante un encuentro con los observadores electorales de la OSCE.
«Sería un gran error de Europa exigir de nuestra parte una mejora de las relaciones con ella en detrimento de Rusia», agregó.
Un total de 40 personalidades bielorrusas, entre ellas Lukachenko, no pueden entrar en la UE tras la elección presidencial de marzo de 2006 juzgada no conforme a las «normas electorales internacionales».