El Congreso tiene el deber de representar al pueblo y sus intereses, no obstante es una institución que genera desconfianza entre la población, debido a los constantes señalamientos de corrupción y los escándalos que rodean a los diputados.
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La Hora entrevistó a guatemaltecos que opinaron sobre el Legislativo y coincidieron con los estudios que se refieren al desprestigio de ese organismo del Estado.
Por la reformada Sexta Avenida de la zona 1 capitalina a diario caminan cientos de personas, que desconocen pormenores de lo que sucede dentro del Palacio Legislativo, pero sí tienen una percepción negativa de los diputados y su trabajo.
Marco Santamaría, estudiante de la Universidad Francisco Marroquín, indicó que es difícil evaluar al Congreso, aunque considera que la representación de la población en ese organismo es mínima.
Por la misma avenida peatonal, apresurado y con unos libros bajo el brazo, el catedrático César Rafael Ferrando, dedicó unos minutos para opinar y dijo que las agrupaciones dentro del Legislativo no manejan ideologías partidarias ni defienden los intereses de la población, sino que se dedican a proteger sus intereses particulares.
Por su lado, la abogada Lidia Herrera dijo que no se siente identificada con las autoridades del Congreso y señaló que ese organismo genera desconfianza entre la población desde varias administraciones pasadas.
Mientras caminaba sobre la acera frente al Congreso, Ana de Velásquez, ama de casa, respondió con una sonrisa que el organismo solo le causaba una profunda lástima por estar en manos de personas “sin amor” y por el “irrespeto a la patria”.
Y es que, las entrevistas realizadas por La Hora coinciden con datos del Barómetro de las Américas, que muestra que el Congreso, comparado con otras instituciones, tiene niveles de confianza muy bajos que no sobrepasan el 50 por ciento desde 1993 hasta la fecha, y en muchos casos ha llegado hasta el 19 por ciento.
CONGRESO RURAL
El Programa de Opinión Pública (POP) de la Universidad Rafael Landívar (URL) realizó un análisis titulado “Una Evaluación Urbana para un Congreso Rural: entendiendo la percepción ciudadana desde la perspectiva de las élites parlamentarias”, el cual presenta la opinión de diputados y exdiputados en relación a las posibles causas que explican las percepciones negativas de los ciudadanos sobre ese organismo.
Renzo Rosal, de la Dirección de Incidencia Pública y encargado del proyecto, indica que el estudio resalta que la sociedad guatemalteca evalúa a un Congreso rural –integrado principalmente por representantes distritales–, donde los parlamentarios se enfocan en el trabajo de legislación y dejan por un lado las funciones de fiscalización e intermediación.
A criterio del analista, los diputados distritales ejercen la función de “intermediar” para sus propios intereses, debido a que se han especializado en la materia y esto se refleja en la canalización de obras, nombramientos y otras formas “disparatadas y perversas” de incidir en la política y los negocios.
Rosal también indica que los parlamentarios electos por el listado nacional no realizan las mismas funciones que los distritales, debido que estos se centran en legislar y en algunos casos a fiscalizar, donde se saca a la luz los problemas nacionales con el objetivo de ganar protagonismo.
Los entrevistados señalaron que la función más importante para el desarrollo para el país es la “fiscalización” ya que así se “desenmascaran” las estafas en las instituciones del Estado.
CONGRESO SIN ESFUERZO
Un aspecto que resaltó en las entrevistas fue el poco esfuerzo que realizan los diputados dentro de las Comisiones de Trabajo para el bienestar de la población; una prueba de ello es que las leyes siguen entrampadas en la Dirección Legislativa sin siquiera darle lectura a las más importantes.
Nineth Montenegro, de la agrupación política Encuentro por Guatemala (EG), dijo que el Legislativo no ha cumplido con a cabalidad con sus funciones por la debilidad institucional en el sistema y la democracia.
No obstante, señala que durante este periodo se ha tratado de regular la actuación de los diputados, pero las actividades atípicas con las que ha tenido que lidiar el Congreso por las distintas interpelaciones, mociones privilegiadas, entre otras.
El presidente del Congreso, Arístides Crespo, expresó que con ayuda de la Junta Directiva de ese organismo ha tratado de hacer su mejor “esfuerzo” para realizar un buen trabajo.
Sin embargo, dice estar consciente que las faltas en el Hemiciclo y otros actos que realizan los parlamentarios son mal vistos ante los ojos de la sociedad, en tanto que los medios de comunicación dan a conocer todos los movimientos que realizan los diputados.
Rosal, en este sentido, explica que los medios de comunicación juegan un papel importante dentro del crédito que se le da al Legislativo. Por ejemplo, hay sucesos amarillistas –como trifulcas o discusiones– que se convierten en noticias; además, destaca el abordaje que los periodistas hacen de las actividades de los parlamentarios, quienes proyectan una imagen negativo que incide en lo que piensa la población de su trabajo.
Uno de los entrevistas por este vespertino indicó estar satisfecha que los distintos medios que cubren los hechos noticiosos que surgen dentro del Legislativo debido que “son los ojos de la población” ya que muestran el verdadero trabajo que hacen los parlamentarios.
“Los diputados hacen presencia en el Pleno solo para abuchear, insultar, comer, gritar, quemar cohetillos”, son algunos aspectos que indican muchos de los entrevistados cuando se refieren al trabajo que hacen los legisladores y afirman que los únicos que los ponen en evidencia son los medios informativos.
ASPECTOS NEGATIVOS
Muchos de los aspectos negativos que evaluaron los guatemaltecos en el Legislativo se centran en la inefectiva comunicación del trabajo, pero también a la falta de transparencia de sus acciones y los escasos resultados de su trabajo.
En este sentido, el Programa de Opinión Pública detalla que las causas institucionales son varias, y estas podrían continuar, en tanto que no haya una renovación de la política.
Renzo Rosal, agrega que los guatemaltecos tienen una mala percepción del Legislativo por la baja calidad, tanto política, como técnica de algunos diputados y los actos de corrupción que se han evidenciado dentro de ese organismo.
SOCIEDAD RECONOCE
Aunque muchos de los consultados dijeron no sentirse “nada o poco” identificados con el Legislativo por la labor que ejecutan los diputados, también reconocen algunas figuras políticas dentro palacio Legislativo esto por trabajar en fiscalizar, legislar e intermediar.
Entre los mencionados por su papel mediático como diputados se encuentran Carlos Barreda, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Nineth Montenegro de Encuentro por Guatemala (EG), Amílcar Pop del Movimiento Winaq, Roberto Alejos de TODOS, Delia Back de Libertad Democrática Renovada (Lider) y Luis Rabbé Tejada, diputado independiente.
Montenegro afirmó sentirse sorprendida, agradecida y comprometida porque los guatemaltecos reconocen su labor legislativa e indica que seguirá trabajando por una Guatemala más justa.
Además, acotó que junto a su agrupación estará alerta de cualquier anomalía que suceda en las instituciones para seguir fiscalizando y transformado una mejor sociedad y seguir desempeñando su labor como lo han venido realizando.
Por su parte, Roberto Alejos de la bancada TODOS, expresó alegría al saber que los guatemaltecos reconocen su labor legislativa y asegura que continuará trabajando como lo hizo durante su gestión presidencial en el Congreso en donde tuvo un periodo que se basó en transparencia, negociación y consensos.
El diputado señala que es importante tener un Legislativo de puertas abiertas para que la sociedad sepa cada movimiento que se realiza dentro de ese órgano así como las acciones que se realizan en beneficio de la sociedad.
En este sentido, Cristhians Castillo, analista del área sociopolítica del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), indica que es positivo que la sociedad civil analice el trabajo que realizan algunos diputados durante su periodo dentro del Congreso.
Pero mira con preocupación que de 158 diputados solo algunos obtengan la aceptación de las personas y esto lo podrían causar las constantes críticas, los escándalos y el desgaste de que se da en el Congreso, debido que ese organismo está catalogado como un ente donde se negocia y pagan favores, donde muchas veces los beneficiados son las empresas privadas.
ALTERNANCIA EN EL CONGRESO
Algunos de los entrevistados proponen una elección uninominal en el Congreso para saber a qué diputados reclamar por no estar aprobar leyes para el país, ejecutando obras, velando por el bien común.
Sin embargo, Castillo dice que se debe valorar esa propuesta, pero no es viable debido que al hacer una elección uninominal los diputados se convertirían en caudillos políticos.
La función de los caudillos sería tener el control de los distritos electorales para adquirir franquicias de los partidos nacionales y así correr por puestos de elección popular.
Castillo explica que en el Congreso de la República solo pueden postularse los partidos políticos y de hacerse una elección como la que proponen los entrevistados se haría una “hiperfragmentación” de los distritos electorales, en donde se fortalecería los caudillismos electorales, los cuales concentrarían su poder distrital.
Para realizar esta acción se necesitaría hacer reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, y la Constitución Política de la República, para modificar la cantidad de distritos y la forma de representación poblacional en cada uno de estos.
La solución que da Castillo es “garantizar la alternancia en el Congreso”, es decir poner límites a las reelecciones de parlamentarios, ya que se ha detectado que esto ha venido deteriorando la funcionalidad de dicho organismo debido que muchos congresistas siguen ejerciendo su función por largos períodos.
“Este tipo de diputados controlan la dinámica legislativa, la pervierten y llevan a extremos como se encuentra en la actualidad donde se da la mercantilización de la actividad legislativa”, teniendo como consecuencia el deterioro de dicha institución, acota el analista del área sociopolítica.