Desde tiempos inmemoriales la población carece de tranquilidad, si no es una cosa, es otra; hoy en día se enseñoreó la crisis monetaria, con mayor intensidad antes del final de año. Se prevé que las cosas alcancen grandes proporciones, lejos de soluciones cortoplacistas.
jddrojas@yahoo.com
En torno al penoso asunto, causante de dificultades, sobresaltos y daño a quienes el empobrecimiento amarga y hace la vida imposible, al borde de la desesperación. Siempre los de abajo llevan la peor parte, cuyo esquema sigue invariable, a pesar de las cantaletas de arriba.
No nos cuadran, por que el escepticismo crece a más y mejor debido a tanto desbarajuste, los argumentos expuestos por la presidenta del BANGUAT y sus segundones. Quién va a tragarse la píldora eso de atribuir tal problema al crecimiento de la economía, ¿cuál crecimiento?
Importa sobremanera una información veraz, mecanismo válido con el cual debe hablársele al pueblo, pero nunca utilizar enredos ni tecnicismos que nada significan. Estamos sin billetes y monedas, de consiguiente el circulantes se redujo a extremos que evidencian una real crisis monetaria.
Tampoco cuadra decir que tal problemática hasta ahora apareció. Resulta deleznable tamaña aseveración, por cuanto crisis monetaria la población hace tiempo la padece y sufre. Ajena a medidas orientadas a su solución urgente y esperada, mismas que parece la tierra se las tragó.
Uno se pregunta por qué ese afán de lavarse las manos de la actual presidenta del BANGUAT y echarle leño a la anterior administración; por el contrario, debe asumir su compromiso y responsabilidad lo más pronto posible. Vale decir sin rodeos, sobre la marcha, antes que empeore.
El superintendente de Bancos, Willy Zapata afirma que por primera vez en la historia las bodegas del BANGUAT están vacías, cosa que creo «como artículo de fe». Afecta muchísimo la limitante al cambiar cheques en los bancos, además de obligar al uso de tarjetas de crédito. ¿Qué esconden al público, bien reventado?