El comercio mundial tuvo en 2008 un crecimiento de 4%, prosiguiendo su declive de los últimos años, y la tendencia se acentuó en los últimos meses con el agravamiento de la crisis económica y financiera, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
«El crecimiento (de los intercambios) empezó a declinar en el tercer trimestre y se acentuó hacia el final del año. Por todo el año, la Secretaría de la OMC estima en 4% el crecimiento real del comercio», de acuerdo con un documento interno de la organización, obtenido por la AFP.
Los intercambios comerciales habían registrado un crecimiento de 8,5% en 2006 y de 5,5% en 2007.
La OMC preveía en abril que el crecimiento del comercio mundial sería de 4,5% en 2008, dado que la desaceleración en los países industrializados sólo sería compensada parcialmente por los países emergentes.
Las fluctuaciones fueron más pronunciadas en las zonas dólar
El riesgo proteccionista
Por su parte, los ministros de Comercio presentes en el Foro de Davos se comprometieron el a rescatar la Ronda de Doha para reactivar la economía mundial y recibieron con alivio la decisión del gobierno estadounidense de revisar una cláusula que amenazaba con generar una espiral de proteccionismo.
«Reconocemos los grandes avances hechos en 2008 para concluir las modalidades de la Ronda del Desarrollo de Doha, que ofrece una buena base para una pronta resolución en 2009 de las diferencias pendientes», señala una declaración aprobada por 18 ministros de Comercio -o sus representantes- presentes en el Foro Económico Mundial de esta localidad de los Alpes suizos.
El documento llama además a «evitar erigir nuevas barreras comerciales (…), imponer nuevas restricciones a la exportación o aplicar medidas incompatibles con la Organización Mundial de Comercio (OMC) para estimular sus exportaciones».
La Ronda de Doha, lanzada en 2001, está estancada por discrepancias entre los países en desarrollo, que exigen mayor apertura de los mercados agrícolas de Estados Unidos y Europa, que a su vez reclaman un mayor acceso para sus productos industriales en el resto del mundo.
«Los ministros están preocupados porque están sometidos a una presión política interna», admitió el director de la OMC, Pascal Lamy, en una rueda de prensa.