Las coloridas posadas que anticipan la Navidad en México se vieron teñidas este año de austeridad como resultado de la crisis financiera mundial, que afectó particularmente a la segunda economía de América Latina, con una drástica caída del PIB y aumentó la pobreza y el desempleo.

Las posadas, fiestas de vecinos y familias que evocan el recorrido que la virgen María y San José habrían hecho buscando refugio en Belén antes del nacimiento de Jesús, han sido menos efusivas para la mayoría de los mexicanos.
«Nosotros las posadas las hacemos, o más bien las hacíamos todos los días (previos a Navidad), con su buena comida y con todo pues, pero este año, los vecinos decidimos que no más hacer una entre todos, porque todo mundo anda mal de dinero», confiesa Amanda Gómez, una ama de casa de 48 años.
Mientras hace compras en un supermercado de la zona de Iztapalapa, la más pobre y densamente poblada de la capital mexicana, Amanda recuerda con nostalgia que años atrás tenía las bolsas llenas de fruta «para el ponche –bebida dulce con alcohol–, crema y queso para los taquitos de pollo».
«Ahora pues ya ve, sólo me alcanza para la comida diaria de mi familia y las cañas (de azúcar) que tengo que poner para la única posada que vamos a hacer. Se dice fácil, pero 800 pesos (unos 60 dólares), que es lo que sale una posada para 20 personas, es mucho dinero para nosotros», concluye.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales en noviembre las ventas cayeron 2,2% comparadas con el mismo mes de 2008. Todavía no hay una medición de diciembre, pero todo hace prever que la tendencia se mantuvo.
El golpe a la economía mexicana se tradujo en un desplome de 10,3% de su PIB en el segundo trimestre de este año, su mayor caída histórica, incluso más pronunciada que durante la crisis del llamado «efecto Tequila» en 1995.
Particularmente las exportaciones mexicanas, que se destinan en un 80% a Estados Unidos, se resintieron. Hasta noviembre México acumulaba ventas al exterior por 206.769 millones de dólares con una caída de 24,2% respecto al mismo período de 2008.
La Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) prevé que la economía de México tendrá un brutal retroceso de 8% este año y se recuperará en 2010 y 2011, aunque con modestos crecimientos de 2,7% y 3,9% respectivamente.
El desempleo llegó a un nivel récord de 6,2% con casi 3 millones de desocupados en el tercer trimestre de 2009, produciendo en consecuencia una caída de los salarios.
La Comisión Nacional de Salarios Mínimos anunció a comienzos de diciembre que para 2010 la remuneración básica que recibe más de 40% de los mexicanos será de 4,42 dólares diarios.
Para el esposo de Amanda Gómez, un policía local, con tres hijos, esto significa una remuneración de 6.000 pesos (unos 460 dólares), 4,8% más que en 2009. Ella suele ayudar con los ingresos haciendo limpieza en pequeños establecimientos, pero sin contrato y por lo tanto sin prestaciones sociales.
«No puedo dejar a los niños solos tanto tiempo; mucha gente lo hace pero terminan accidentados o violados», argumenta acariciando a su hija mayor de seis años.