En Guatemala para tener acceso a salud de mediana calidad hay que tener dinero; para tener acceso a «justicia», hay que tener dinero y para ser digno de respeto, también hay que tener dinero. En Guatemala, para que un colectivo sea escuchado, debe pertenecer a la clase dominante (ahora llamada empresariado) y por ende ser gente de dinero. Y es que en Guatemala la desigualdad está en todos lados, comenzando por el Sistema Jurídico, que responde a los intereses del opresor y del explotador, garantiza la desigualdad y la exclusión. En Guatemala se respira desigualdad y lo peor, es la indiferencia derivada de la naturalización y aceptación de las actuales condiciones, como normales.
El 24 de junio de 2008 fueron ligados a proceso 43 héroes que decidieron no callar más y no permitir la agresión que contra el medio ambiente pretende hacer parte del «empresariado guatemalteco». Esos 43 héroes son víctimas del proyecto de criminalización de la lucha social impulsado desde el anterior gobierno y continuada por este. Como siempre, el gobierno es uno más de los que han hecho lo contrario de lo que han dicho en campaña. Se supone que este era un gobierno «para los pobres», pero vemos que la persecución, el hostigamiento, la exageración y la criminalización continúan siendo artimañas habituales contra las exigencias de una sociedad más justa e incluyente. Vemos como siempre que el interés particular prevalece sobre el interés general.